María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart y de Silva nació en 1926 en el Palacio de Liria, Madrid. Poseedora de 46 títulos nobiliarios y veinte veces Grande de España, fue bautizada en el Palacio Real. Sus padrinos fueron el Rey Alfonso XIII y la Reina Victoria Eugenia. Huérfana de madre desde los ocho años, su infancia estuvo marcada por el exilio y por los viajes alrededor del mundo con su padre, Jacobo, quien la introdujo en el mundo de las artes.
Cayetana vivió en Londres durante la Segunda Guerra Mundial, debido a que su padre era embajador de España en la capital británica. A los 16 años estudiaba en la misma ciudad, teniendo como compañero de clase a un hijo de Tolstoi e hijos de diplomáticos. En varias ocasiones estuvo de visita en la casa de Winston Churchill, en donde las hijas de éste le hacían la reverencia protocolaria.
La Duquesa de Alba heredó el ducado tras la muerte de su padre, Jacobo Fizt-James, en 1953. Según ha confesado, sus tres grandes pasiones son: el flamenco, los toros, y el arte. De hecho, el pintor malagueño Pablo Picasso quiso pintarla, pero ella rechazó al artista por expreso deseo de su primer marido.
Tres matrimonios muy distintos
De su matrimonio con su primer marido, Luis Martínez de Irujo y Artacoz, el 12 de octubre de 1947, nacieron seis hijos: Carlos, duque de Huéscar; Alfonso, duque de Aliaga; Jacobo, conde de Siruela; Fernando, Marqués de San Vicente del Barco; Cayetano, conde de Salvatierra; y Eugenia, duquesa de Montoro. Sus veinticinco años de matrimonio finalizaron trágicamente cuando él falleció por leucemia.
Seis años después de la muerte de su primer marido, Cayetana volvió a dar el 'sí quiero' el 16 de marzo de 1978 en segundas nupcias al exsacerdote Jesús Aguirre, decimoctavo Duque de Alba, con el que no tuvo descendencia y del que quedó viuda en mayo de 2001 tras 23 años de matrimonio. Se conocieron en Marbella, en la casa de los Duques de Arión, y antes de celebrar la boda firmaron ante notario la separación de bienes.
Su excepcional vida, la historia de su Casa, el ducado histórico de los Alba y su forma de reinterpretar la nobleza y la aristocracia, la convirtieron en un personaje imprescindible en la historia social española. La Duquesa, mujer de gran carácter, ha reiterado en más de una ocasión que la verdadera aristocracia reposa en la cultura.
Con 85 años, la Duquesa de Alba volvió a encontrar el amor al lado de Alfonso Díez, un funcionario del Estado, con el que doña Cayetana contrajo matrimonio en octubre de 2011. Tras superar con éxito tres operaciones: una de un problema de espalda, otra por unos cálculos en la vesícula y por último otra en la que se le instaló una válvula para solucionar los problemas de hidrocefalia e isquemia cerebral que padecía.
Tras una vida intensa, este 20 de noviembre la llama de Cayetana de Alba se ha apagado en el Palacio de Dueñas en Sevilla, donde ha fallecido tras ser trasladada desde el Sagrado Corazón de la capital hipalense. En este hospital ingresó aquejada de una neumonía que le causó una pequeña arritmia cardiaca y que sufrió inmediatamente después de haber padecido una gastroenteritis.
