La Universidad Complutense estudia cobrar alquiler a la Iglesia por las capillas del campus

Las imágenes muestran la última misa que se ha oficiado en la facultad de Geografía e Historia: un oratorio improvisado en mitad del vestíbulo.

Ayer, vigilantes de seguridad impedían el acceso a la capilla y según los asistentes, se cambiaban las cerraduras. Algo que ha desmentido el rector, que ha afirmado que las capillas se cerraron porque iba a haber obras.

En su lugar se instalará un aula para cien alumnos y un museo. La Universidad ha propuesto este espacio alternativo pero el Arzobispado lo ha rechazado por pequeño.

Mientras, varias organizaciones han recogido miles de firmas para evitar el cierre de las capillas en la Complutense o que se intente cobrar un alquiler.

A última hora parecía que las dos partes habían llegado a un acuerdo. Ignacio Arsuaga, portavoz de la campaña, ha afirmado que van a habilitar otro local más apropiado para que los estudiantes católicos puedan acudir a misa. Otra de las opciones es alquilar.

Las tarifas oscilan entre los 160 y los 5000 euros según los espacios y la duración de los actos en la Universidad. Una opción que no convence a la Iglesia.

El Rectorado quiere darle la vuelta al acuerdo que firmaron hace casi 20 años. Su intención es convertir las ocho capillas diseminadas por las diferentes facultades en salas ecuménicas abiertas a otros cultos.

La polémica viene de lejos. Hace tres años, un grupo de alumnas irrumpió entonces en la capilla de Psicología, se desnudaron y protestaron en medio de una misa.