Volcán La Palma

Roberto Brasero explica por qué la calidad del aire en La Palma es buena a pesar de la nube tóxica

Tras la llegada de la colada de lava al mar en La Palma se ha formado una nube que contiene algunos gases tóxicos, como el dióxido azufre. A pesar de ello, según los últimos datos, la calidad del aire es buena. Roberto Brasero explica todos los detalles sobre ello.

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¿Qué ocurre con la nube que contiene gases tóxicos que se sigue viendo en la costa de La Palma? Muchos ciudadanos se siguen preguntando este jueves si la calidad del aire en La Palma es buena o no. A esta pregunta, el Cabildo de La Palma responde: "La calidad del aire es buena. Las mediciones sobre la presencia de gases en la isla se realizan de forma periódica y determinan la calidad del aire".

¿En qué focos deben fijarse los vecinos?

Tal y como asegura el Cabildo, Roberto Brasero explica que, de momento, la calidad del aire es buena a pesar de los distintos focos en los que hay que fijarse ahora, que son varios. Por un lado, la colada de lava en el mar, que sigue levantando penachos de vapor de agua, pero que, por ahora, "no hay una cantidad de gases tóxicos apreciable y hay normalidad".

Por otro lado, apunta que los gases que se generan en el camino de la lava, se siguen llamando gases invernadero y hacen que puntualmente se desalojen algunas zonas porque "en un momento dado ven que se quema un invernadero donde hay abono y nitratos". Pero, por el momento, asegura que está controlado.

Por su parte, explica que, en cuando a los gases que expulsa el volcán, donde se encuentra el dióxido de azufre, se ha detectado un aumento respecto a días anteriores. Aun así, ese aumento de azufre aún "está muy lejos" del límite, por lo que la calidad del aire es buena, según los datos. Por último, indica que, aunque el viento se ha calmado este jueves, está previsto que se mantengan los alisios un unos días más, por lo que se seguirán dispersando las nubes contaminantes.

Zonas de exclusión

Desde el Cabildo de La Palma recuerdan a la ciudadanía que, por su seguridad, deben respetar las siguientes zonas de exclusión:

  • 2,5 km del centro de emisión, para evitar impacto de piroclastos y exposición a gases.
  • 2 km en la costa, por los gases que emite la lava al contacto con el mar.
  • 2 millas náuticas.

Delta de lava de más de medio kilómetro de ancho

Por otro lado, desde que la colada de lava alcanzó el mar se ha creado ya una "isla baja" (delta de lava) de más de medio kilómetro de ancho, según explica el vulcanólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Vicente Soler. El vulcanólogo indica que el delta de lava seguirá creciendo mientras la aportación de lava continúe, algo que de momento no se pone en duda, ya que la actividad es "continuada".

Asimismo, recuerda que este delta de lava "genera nubes de gases en contacto con el agua", que pueden afectar a la salud, motivo por el que las autoridades han recomendado no acercarse a presenciar el fenómeno.

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