Entraron a través del techo de la gran superficie y se deslizaron por una soga. Lo más curioso de este robo es que, cuando la alarma sonó por primera vez, los vigilantes de seguridad se presentaron pero no vieron nada extraño. Los delincuentes estaban escondidos y preparados para llevarse el botín.
Relojes, anillos y cadenas; los ladrones necesitaron escasos 20 minutos para hacerse con un botín que podría ser superior a los 200.000 euros. Para acceder al interior de la joyería realizaron un butrón a través del techo del centro comercial y se descolgaron con una cuerda hasta el falso techo. Una vez dentro y pese a que las alarmas se activaron pudieron actuar con total impunidad.
Llama la atención la precisión con la que realizaron el butrón, lo que demuestra poseer información privilegiada. La policía centra sus investigaciones en el modus operandi de los ejecutores y en las diferentes cámaras de seguridad que graban el perímetro de este concurrido centro comercial.
La policía no fue alertada por los agentes de seguridad privada hasta que por segunda vez sonaron las alarmas. Podría tratarse de un golpe cometido por antiguas bandas que ya actuaron en Tenerife usando sistemas de perforación, un robo muy similar al cometido en 2008 en Palma de Mallorca, donde otra joyería fue desvalijada también el interior de un centro comercial de esta cadena.
