Patria potestad

Un padre de A Coruña pierde la patria potestad de su hija tras varios plantones en el régimen de visitas

Casi siempre eran los abuelos paternos y una tía de la pequeña los que la recogían cuando le tocaban visitas con su padre. Algunas veces ni eso, llegando a dejarla plantada en Navidad.

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La situación era insostenible para todos pero, sobre todo, para la niña. Según fue pasando el tiempo y fue cumpliendo años, la menor, probablemente ya sin esperanzas, no quería asistir a las visitas con su padre, por lo que su madre decidió tomar medidas y acudir a la justicia. El resultado es que su progenitor ha perdido la patria potestad de la niña.

La sentencia de la Audiencia Provincial de A Coruña establece que le retira a este hombre el régimen de visitas previamente acordado y también la patria potestad de su hija por incumplir "de forma grave y reiterada" sus obligaciones personales y económicas, ya que tampoco le pasaba la pensión de manutención correspondiente.

Plantada más de 90 veces

En más de noventa ocasiones dejó de acudir al punto de encuentro para recoger a su hija. La mayoría dejaba esta labor en manos de los abuelos paternos y de en una tía, pero a veces ni eso.

Según la sentencia, hasta en 6 ocasiones -2 de ellas en Navidad-, no acudió nadie a su encuentro. Es decir, la dejó plantada "sin que alegue motivo alguno y siendo infructuosos los intentos efectuados para su localización", recoge la sentencia.

El Tribual va más allá y establece que: "El derecho de visitas no es un propio y verdadero derecho, sino un derecho-deber cuyo adecuado cumplimiento no tiene por finalidad satisfacer los deseos o derechos de los progenitores, sino también cubrir las necesidades afectivas y educacionales de los hijos en aras a su desarrollo armónico y equilibrado". Es decir, no se trata del derecho de un padre, o no solo al menos, el objetivo fundamental es el bienestar de su hija, claramente menoscabado.

Le menor se mostraba "pesarosa"

Entre las excusas que presentó para no asistir a la cita, las veces que hubo excusa, las hay de todo tipo. Una boda, asuntos pendientes, no tener vehículo, problemas económicos, haber estado en contacto con una persona con covid o haberse quedado dormido. Situación que día tras día, desilusión tras desilusión, hacía que la niña se sintiese cada vez más "pesarosa". Así lo consideró el equipo técnico del punto de encuentro que elaboró un informe al respecto.

Por todo ello, la Audiencia de A Coruña considera que el padre ha presentado una "actitud claramente pasiva y negligente", a pesar de que él incluso llegó a presentar un recurso de apelación por no estar de acuerdo con la pérdida de la patria potestad y las visitas a su hija. Dice el hombre que es su actividad laboral reciente la que le ha impedido acudir a su cita pero aún así, sin cambios en esa actividad ni en los horarios establecidos para ver a la niña, asegura querer mantener el statu quo, algo totalmente contradictorio para los magistrados que no han dudado al argumentar su sentencia.

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