La joven promesa del toreo, de Madrid al cielo

Descubrió su pasión al asistir a un festejo en Ciudad Rodrigo con tan solo 6 años. Desde entonces Marco Pérez no ha dejado de perseguir su sueño: convertirse en una figura del toreo español. Ahora, ya con 15, arranca los aplausos del tendido entero allá donde faena. Este salmantino está revolucionando el mundo taurino. Los aficionados dicen que hacía mucho tiempo que no veían algo así. Algunos ya le consideran un auténtico fenómeno, comparando sus comienzos con los del diestro madrileño Julián López, El Juli. La joven promesa está cada vez más cerca de conseguir lo que tantas veces ha soñado. Este lunes debuta en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid con una clase práctica durante la Feria de San Isidro.

Tiene un talento especial

Quienes le han visto alguna vez dicen que su toreo tiene algo especial. Sublime y asentado, con desparpajo y valentía. “Cuando estás delante de la cara del toro la mente tiene que estar en blanco, dejarte llevar por el corazón y hacer lo que sientes en ese momento”, nos cuenta desde uno de sus entrenamientos en el campo en Salamanca. Marco se considera una persona muy perfeccionista. Maduro y con una personalidad que bebe de distintas figuras del toreo. “De uno puedes coger el valor, de otro la técnica, el sentimiento o la elegancia”. Y a todo eso le aporta su talento innato.

A hombros en La Maestranza

La carrera profesional de Marco Pérez solo acaba de empezar. Y ya está cosechando éxitos. A su corta edad ha logrado un hito: salir a hombros por la Puerta del Príncipe en Sevilla. Fue su carta de presentación en La Maestranza, donde el joven hizo enloquecer al público allí presente. Ovación tras ovación. Ante ellos hizo historia cortando el rabo a un becerro de Jandilla. No ocurría algo así desde hacía más de medio siglo. “Cuando llegué a clase mis compañeros me dieron un aplauso”, recuerda entre risas.

Un niño prodigio

A Marco le sigue gustando jugar al fútbol con sus amigos de toda la vida. En su día a día el joven de 15 años es como el resto de chicos de su edad. “Por la mañana voy al instituto y por las tardes hago los deberes. Cuando los termino voy a entrenar, físicamente o hago toreo de salón. Después cuando llego a casa vuelvo a estudiar por la noche para repasar lo que me quede”. Un niño prodigio del toreo del que sus familiares se sienten muy orgullosos. “Mi madre lo pasa cada vez peor y sufre más. Pero ella me apoya en todo lo que hago”, confiesa.

De Madrid al cielo

“Es probablemente el día más importante de mi breve trayectoria. Un día para darlo todo en el ruedo. Tengo que estar al 120%”. Esas son sus palabras ante el reto más grande al que se enfrenta. Hacer el paseíllo en la primera plaza de toros del mundo: Las Ventas. Una cita en la capital el próximo lunes a las 12:30 horas a la que no van a faltar sus compañeros de clase. “Van a venir a verme de excursión”. Nos cuenta Marco emocionado cuando faltan solo 3 días para el evento que podría encumbrar al salmantino de Madrid al cielo.