Amenazas

Saviano, Orhan Pamuk o Svetlana Aleksiévich, otros escritores amenazados como Salman Rushdie

Salman Rushdie ha estado tres décadas bajo amenaza de muerte. Analizamos otros casos de escritores que también sufrieron amenazas por sus obras.

De izquierda a derecha, Svetlana Alexiévich, Roberto Saviano y Orhan Pamuk

De izquierda a derecha, Svetlana Alexiévich, Roberto Saviano y Orhan PamukAntena 3 Noticias

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Salman Rushdie sigue hospitalizado después de que un hombre simpatizante con el extremismo islámico iraní le apuñalara en el cuello y otras partes del cuerpo el viernes en un auditorio de Chautauqua (Nueva York) poco antes de comenzar una conferencia.

El estado de salud del escritor, condenado a muerte en 1989 por una fatua o decreto islámico por el ayatolá Jomeini, ha mejorado pese a la gravedad de las heridas. La recuperación será "larga" y sus heridas son "severas", pero su estado de salud "va en la buena dirección", según comunicó este domingo su agente, Andrew Wylie, en un correo electrónico.

Otros escritores que sufrieron amenazas

Sin embargo, no es el primero ni, por desgracia, será el último escritor que ha sufrido amenazas por su obra. El escritor y periodista turco, Orhan Pamuk, tuvo problemas con la justicia de su país que le llevaron a ser procesado en el año 2004, mientras que dos años más tarde su proceso fue sobreseído. Estuvo amenazado de muerte por integristas islámicos, lo que le llevó a exiliarse a Estados Unidos, regresando finalmente a su país en 2007. La producción de su obra se caracteriza por un fuerte compromiso social.

Sus libros han sido objeto de numerosas traducciones y publicaciones en más de un centenar de países. Ha obtenido prestigiosos premios, como el Nobel de Literatura del año 2006 en reconocimiento a su trayectoria literaria y su compromiso con los derechos humanos. Orhan Pamuk fue procesado por afirmar que un millón de armenios y 30.000 kurdos fueron asesinados en Turquía. Se convirtió en blanco de los nacionalistas turcos, que le consideran un traidor a la patria.

Liu Xiaobo murió bajo custodia

Por otro lado está el caso de Liu Xiaobo, premio Nobel chino que falleció bajo custodia de las fuerzas de seguridad. Nació en una familia de intelectuales y le tocó sufrir desde temprana edad algunas de las políticas más controvertidas del gobernante Partido Comunista. Al poco tiempo, y mientras los líderes chinos debatían hasta dónde llevar la apertura del país, sus provocadoras publicaciones se volvieron un referente y comenzó a ser invitado a centros del extranjero.

Xiaobo fue uno de los autores y difusores de la llamada 'Carta 08', inspirada en la 'Carta 77' de la oposición de la antigua Checoslovaquia, en la que pedían al Estado reformas democráticas que incluyeran el pluripartidismo y libertad de expresión. En 2010, Liu fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz por "su gran y no violenta protesta por los derechos civiles en China". Se convirtió así en la tercera persona en ganar el Nobel estando en prisión o detenido.

Liu Xiaobo murió a los 61 años en un hospital de la ciudad de Shenyang, al norte del país, mientras cumplía su condena bajo la vigilancia cercana de agentes de seguridad, después de que se le prohibiera salir de China para recibir tratamiento para un cáncer de hígado en etapa avanzada.

Roberto Saviano, una vida amenazado por la mafia

Otro caso muy similar es el del escritor italiano Roberto Saviano. Este autor publicó 'Gomorra', que se convirtió en 'best seller' en 2006 y lleva condenado a muerte por la mafia napolitana desde que publicó el libro. La novela pone al descubierto a la poderosa Camorra y entonces los capos anunciaron su sentencia y prometieron vengarse. 16 años después todavía vive con protección policial. Su libro se ha editado en 52 idiomas y ha tenido diversas adaptaciones tanto cinematográficas como televisivas.

El escritor italiano ha mostrado toda su rabia en la novela gráfica 'Todavía estoy vivo', que se publicó el año pasado en Italia.

El caso de Svetlana Aleksiévich

Svetlana Aleksiévich, escritora bielorrusa y premio Nobel de Literatura en 2015, escribió dos años antes 'El fin del homo sovieticus' donde predijo –erróneamente– su desaparición. Ella misma ha tenido la honestidad de reconocer su error. "Me equivoqué dándolos por muertos", ha declarado recientemente con la guerra de Ucrania.

El término 'homo sovieticus' lo acuñó por primera vez el filósofo y sociólogo ruso Aleksandr Zinóviev, quien escribió en 1982 un libro con título idéntico al de estas líneas, en el que describía críticamente al ciudadano medio de la antigua Unión Soviética y, por extensión, del bloque del Este que, en general, tenía determinados esquemas mentales, políticos, socioeconómicos y culturales singulares derivados del adoctrinamiento y de la política propia del régimen comunista, que gobernó en la antigua URSS hasta hace bien poco.

Cuando ganó el Premio Nobel de Literatura en 2015, en Bielorrusia ni siquiera se publicaron sus libros. Además, la escritora se negó a testificar al ser citada para ser interrogada en una investigación penal sobre el supuesto intento de la oposición de tomar el poder. Sufría amenazas por parte de desconocidos que llamaban a su puerta. Diplomáticos de varios países europeos se unieron a ella en su piso en un gesto de apoyo.

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