Orgullo

6 verdades y 6 falsedades sobre la homosexualidad

La homosexualidad no es una enfermedad, no tiene tratamiento y no puede curarse. Es una de las 6 verdades que repasamos con la psicóloga y socióloga Alicia López Losantos. A las verdades, también suma 6 falsedades, son éstas.

Día del Orgullo LGTBI. Bandera

Día del Orgullo LGTBI. BanderaPablo Buffer

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La aceptación de la homosexualidad con naturalidad conlleva desterrar falsedades relacionadas históricamente con los gays y también reafirmar verdades que no deberían ser ya cuestionadas.

6 verdades

1.- La homosexualidad no es una enfermedad, no tiene tratamiento y no puede curarse. La homosexualidad ha sido considerada un delito, una perversión, una enfermedad mental y hasta un estilo de vida. Desde los comienzos de su estudio, a finales del siglo XIX, hasta no hace muchos años, psicólogos y psiquiatras consideraban la homosexualidad un trastorno mental más, una alteración conductual que se podía curar con terapias y tratamientos cognitivos-conductuales.

En 1973 la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) decidió eliminar la homosexualidad del 'Manual de Diagnóstico de los trastornos mentales' (DSM) iniciando un lento proceso que culmina en 1990 cuando la Organización Mundial de la salud (OMS) retira la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales.

A pesar de esto, psicólogos y psiquiatras siguieron tratando a los homosexuales como enfermos mentales, aplicándoles 'terapias de conversión'. Hasta tal punto era así que la APA en el año 1997 hubo de sacar otro comunicado, en el que afirmó que “no hay evidencia científica que apoye la eficacia de la terapia 'reparativa' para alterar la condición sexual, por lo que no está incluida como tratamiento psiquiátrico".

Como esto no fue suficiente, en el año 2009, la APA declaró en una resolución (con 125 votos a favor, y 4 en contra) que los profesionales de la salud mental no deben decirle bajo ninguna razón a sus clientes homosexuales que pueden convertirse en heterosexuales a través de terapia u otros tratamientos. Aun así, hoy en día se siguen practicando las terapias de reorientación sexual, a pesar de que son ilegales en varios países y en varios estados de EEUU.

2.- Una pareja homosexual no puede viajar libremente. Hay países en los que si acude una pareja homosexual, no va a poder explayarse con normalidad. Hay 72 países donde es delito ser homosexual y en 8 se castiga con la pena de muerte.

3.- En España no está prohibida la terapia de conversión para homosexuales. España permite los matrimonios y adopciones por parte de parejas del mismo sexo, y aplica leyes contra los delitos de odio o de discriminación en el trabajo, pero… no están prohibidas las 'terapias de conversión' para homosexuales. Al menos, hasta ahora.

4.- Una persona no puede elegir ser homo o heterosexual. No hay una teoría clara de cómo se forma la orientación sexual de la persona. Parece ser que es el resultado de una interacción compleja de factores biológicos, cognitivos y del entorno. Para la mayoría de las personas, la orientación sexual surge a principios de la adolescencia sin ninguna experiencia sexual previa, pero con conciencia de la atracción sexual hacia otras personas.

5.- La orientación sexual es estable en el tiempo. La orientación sexual parece ser una característica estable a lo largo de la vida para la mayoría de los individuos. A veces, puede darse un cambio en la orientación, aunque no es frecuente, después de haber tenido una homosexualidad circunstancial (en las cárceles, en el ejército…).

6.- La homosexualidad no es una moda. La homosexualidad no es una moda, ni está influenciada por factores culturales, aunque la cultura y la religión predominante en una sociedad moldean la forma de enfrentarnos a las personas homosexuales. La sociedad es la que rige los valores y las normas y la que legisla para la no discriminación de las personas por su condición sexual.

6 falsedades

1.- Es falso que los homosexuales difieran de los heterosexuales en sus características físicas o psicológicas.

2.- Es falso que los homosexuales tengan mayores trastornos psicológicos que los heterosexuales.

3.- Es falso que exista un patrón de crianza y de relaciones familiares que conduzca a la homosexualidad.

4.- Es falso que los homosexuales molesten a los niños, abusen sexualmente de ellos y traten de iniciarlos en prácticas homosexuales. Por el contrario, la inmensa mayoría de los abusos sexuales de niños los llevan a cabo personas heterosexuales.

5.- Es falso que la mayor liberalidad de las costumbres sexuales lleve al aumento de la homosexualidad.

6.- Es falso que los homosexuales deseen cambiar su orientación sexual. En su gran mayoría no desean hacerlo, y quieren en cambio que se modifique la actitud de la sociedad hacia ellos.

Conclusión

Los logros de las personas homosexuales para legalizar y normalizar sus relaciones de pareja son innegables. La unión legal matrimonial reconocida en 30 países y otros en cola; vídeos como 'In a heartbeat– en un latido', que narra el amor entre dos adolescentes viralizado en YouTube con 37 millones de visitas; protagonismo en películas y series; personajes públicos admirados y reconocidos que no esconden su condición sexual… Pero queda mucho camino por recorrer.

Los derechos de los gays deben integrarse dentro de la lucha por los derechos humanos, al igual que los derechos de la mujer, de las diversas etnias, de los grupos minoritarios, etc. Al perseguirlos o marginarlos sólo conseguiremos que la sexualidad se esconda y surjan cientos de miles de personas infelices, neuróticas e incluso muy violentas, al querer combatir lo que en ellos reprimen.

En conclusión, si no lo aceptamos con naturalidad estaremos abocados a una sociedad enferma.

Alicia López Losantos, psicóloga y socióloga.