Las zonas rurales turcas denuncian que las ayudas no llegan tras el terremoto

La ayuda y los equipos de rescate se han centrado en las grandes ciudades tras el terremoto. Sin embargo, hay un gran número de localidades pequeñas que todavía no han recibido ayuda. La población critica la lentitud en el reparto de ayuda y temen que llegue demasiado tarde.

El devastador terremoto sacudió una enorme zona del sureste de Turquía. El alto grado de destrucción en la zona dificulta la distribución de ayuda. Además, las nevadas dificultan el acceso a las aldeas rurales en la región. El mal estado de muchas carreteras de montaña ya complicaban las comunicaciones antes del terremoto.

En muchas localidades, las viviendas han quedado inhabitables y no han llegado alternativas como tiendas de campaña. También falta agua y comida, que afecta asimismo a los animales de las villas.

Es el caso de Pazarcik, una pequeña localidad epicentro del terremoto donde la ayuda llega a cuentagotas. Casi una semana después, poco a poco comienzan a recibir algo. Sin embargo, hay otras aldeas donde no llega nada de ayuda.

Los vecinos distribuyen comida y medicamentos disponibles

Tiendas de campaña, alimentos o medicinas o ayuda internacional no llegan a estas zonas. Lo que sí aumenta es la sensación de descontento o de abandono por parte de la población. Son los propios vecinos los que se han organizado para repartir la comida, la leña o los medicamentos que tienen disponibles.

El terremoto afectó a una población de 13 millones de habitantes en 10 provincias, donde el acceso al agua sigue cortado o en el mejor caso restringido. Además, faltan alimentos y el frío está aumentando el riesgo de epidemias.

A pesar de que más de 100.000 rescatistas y personal de emergencias trabajan en la zona, el alto grado de destrucción, las réplicas registradas y el frío complican los trabajos de ayuda.

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