Un violador de 18 años, detenido gracias a los rastros de sangre que su víctima de 58 le dejó en la ropa

Jack Walker, un británico de 18 años, atracó a una mujer que se encontraba paseando a su perro de madrugada por el campo, donde la agredió brutalmente y la violó en un pueblo de Cumbria, Reino Unido.

Mientras la agredía, el adolescente le amenazó con apuñalarla hasta la muerte si esta seguía ejerciendo resistencia, según informa el diario Mirror.

La mujer le suplicó piedad y trató de dejar rastros de su sagren en la ropa del joven para que después la policía pudiera identificarle como su atacante.

Walker ha sido condenado a 11 años de prisión tras declararse culpable de la brutal agresión y violación. Está acusado de asalto sexual y daños corporales de gravedad. La víctima se encuentra en el hospital recuperándose de varias heridas de gravedad.