Francia
El Senado francés vota la ley "anti Shein" para frenar la "moda rápida"
El proyecto de ley busca frenar el auge de la llamada "moda rápida o ultraefímera" encarnada por el gigante Shein y su ropa de bajo coste importada de China
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Un año después de la Asamblea Nacional, le toca al Senado galo debatir y votar el proyecto de ley presentado por la diputada de Horizons Anne-Cécile Violland contra la llamada "moda rápida". Se da por hecho que la iniciativa, apoyada por el gobierno, tenga una amplia aceptación. Entre las medidas propuestas está la de concienciar a los consumidores sobre el impacto ambiental de este tipo de ropa de bajo coste.
Otra barrera sería el pago de "ecocontribuciones" reforzadas por la ley según el principio de "bonus-malus". Con una penalización que alcanzará al menos 10 euros por artículo en 2030. El proyecto de ley también contempla la prohibición total de la publicidad de moda ultrarrápida, con una sanción específica para los influencers que quieran promocionarla. Aunque la constitucionalidad de esta medida es cuestionable.
Más sencillo sería implementar un nuevo impuesto sobre los paquetes pequeños entregados por empresas establecidas fuera de la Unión Europea, que oscila entre dos y cuatro euros. Esta es una forma de ampliar el alcance, centrándose en otro gigante asiático del comercio electrónico: Temu.
El sector textil francés también planta cara al fast fashion
En paralelo a este debate en el Senado. el comercio francés ha dado un paso adelante para alzar la voz contra los gigantes de la moda ultrarrápida. En una carta abierta dirigida al Gobierno, las principales federaciones del sector han solicitado el "déréférencement": que las autoridades francesas retiren de las plataformas y bloqueen los motores de búsqueda de Shein, Temu o AliExpress.
Estas entidades, que agrupan a más de 230 empresas galas, acusan a dichas plataformas de competencia desleal, incumplimiento normativo y riesgos para la seguridad del consumidor. Asimismo, las patronales argumentan que las plataformas eluden el pago del IVA, evitan los derechos de aduana y no respetan las normativas de etiquetado y transparencia comercial. Esta situación pone en riesgo a los comercios locales y a las pymes que sí cumplen con las regulaciones vigentes.
Según datos recogidos por AFP, el 94% de los productos controlados provenientes de estas plataformas no cumplen con las normativas europeas, y el 66% son considerados peligrosos. Los sectores más afectados incluyen textiles, calzado, electrodomésticos y juguetes infantiles. Además, se han detectado sustancias prohibidas y ausencia de marcados CE en numerosos productos.
Shein asegura haber aumentado un 25% su inversión en seguridad y calidad
"Este año invertimos trece millones de euros en la seguridad y conformidad de los productos, incluidos 2,5 millones en pruebas de seguridad y calidad, lo que supone un aumento del 25% respecto al año pasado", ha respondido, por su parte Shein.
En 2021, la Dirección General de Competencia, Consumo y Represión de Fraudes (Dgccrf) ya ordenó el déréférencement de la plataforma Wish por motivos similares, decisión que fue respaldada posteriormente por la justicia francesa. Las federaciones comerciales instan a que se apliquen medidas similares con las plataformas actuales.
“Si China roba datos, copia diseños, explota a su mano de obra y vende productos de ínfima calidad, es legítimo responder”, aseguró a Modaes Yann Rivoallan presidente de la Fédération Française du Prêt à Porter Féminin (Ffppf). Para el representante, Francia debe seguir el ejemplo de Estados Unidos y contestar para proteger el mercado con medidas similares, tales como “limitaciones a la publicidad, penalizaciones medioambientales o requisitos sociales…”.
La empresa china ha contratado a figuras destacadas, como el exministro del Interior Christophe Castaner y la exsecretaria de Estado Nicole Guedj, para formar parte de su comité asesor en responsabilidad social corporativa. Y ha recurrido a la influencer Magali Berdah para difundir mensajes en contra de la propuesta de ley, argumentando que penaliza a los consumidores de bajos ingresos.
Shein también ha enviado a los parlamentarios un informe de 37 páginas, elaborado por el economista Frédéric Jenny, que compara la propuesta de ley con la controvertida "ecotasa" de 2018, sugiriendo que podría desencadenar un descontento social similar. Varios han denunciado la presión ejercida por la empresa.
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