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SON ECOLÓGICOS

Polémica por la instalación de urinarios a orillas del Sena ante edificios emblemáticos de París

Se han instalado urinarios ecológicos en las calles de París para combatir el problema de orinar en la calle. Son cajas de color rojo que incluyen un sistema para conseguir abono para las plantas. Sin embargo, los vecinos se quejan de que están delante de edificios emblemáticos, hoteles y colegios.

París ha instalado urinarios en las calles de la ciudad que respetan el medio ambiente, una iniciativa ecológica que ha desatado la polémica. Los vecinos han pedido al ayuntamiento que los retire. El diseño se llama 'Uritrottoir', nombre que combina las palabras urinario y pavimento. En palabras de su diseñador, Laurent Lebot, se trata de una solución ecológica para quien orina en público.

Los urinarios son una caja, muy parecida a una papelera con apertura en el frente. Incluye una pantalla floral en la parte superior. La orina cae sobre arena y serrín y cuando el sensor notifica que el tanque está lleno, se vacía el serrín y se utiliza para transformarlo en abono de parques y jardines.

La polémica está servida ya que los vecinos de la ciudad no están conformes con esta medida y quieren que se retiren. Creen que puede arruinar su barrio estéticamente. En concreto, ha causado gran indignación el instalado en Ile Saint-Louis, muy cerca de Notre Dame y con vistas al Sena.

La dueña de una tienda de arte veneciana, Paola Pellizzari, considera que "no hay necesidad de poner algo tan inmodesto y feo en un lugar histórico". "Está al lado de la casa más hermosa de la isla, el Hotel de Lauzun, donde vivió Baudelaire", añadió.

Algunos vecinos consideran que puede incitar al exhibicionismo. El propietario de una galería de arte dice que "es horrible": "Está destruyendo el legado de la isla. ¿No pueden las personas comportarse?".

Por otro lado, el alcalde local, Ariel Weil, cree que estos dispositivos son necesarios. La autoridades de París han considerado necesario que se instalasen en lugares donde había exceso de orines en la calle, lo que supone un problema. "Si no hacemos nada, entonces los hombres van a orinar en las calles", dijo. "Si realmente molesta a la gente, encontraremos otra ubicación", matizó.

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