El papa Francisco lanzó hoy un mensaje de aliento a la minoría católica de Rumanía, a la que animó a vivir su fe, a fomentar el entendimiento y a convertir "los actuales y viejos rencores" en una "nueva oportunidad de comunión" para el país.
El Papa Francisco ofició su misa donde lanzó un mensaje de unión a las distintas identidades sociales y religiosas ante cerca de 100.000 personas, según cifras de la Santa Sede.
Francisco recordó que la peregrinación al templo representa a un pueblo "cuya riqueza son sus mil rostros, culturas, lenguas y tradiciones" y pidió no dejarse "robar la fraternidad por las voces y las heridas que alimentan la división y fragmentación".
El papa reconoció que "son muchas las provocaciones que nos pueden desanimar y encerrarnos en nosotros mismos" y desaconsejó negar esta situación "evidente".
Nada más llegar al Palacio de la Cultura de Iasi, a su entrada bendijo el templo y saludó a muchas de las personas que le esperaban, llegando a abrir el cordón que les separaba para estrechar la mano de algunos discapacitados situados en la primera fila.
Tras la oración, el pontífice bendijo una escultura de Cristo Redentor y una piedra que señala el Camino de Santiago de Compostela. El viaje concluirá en Blaj, Transilvania donde beatificará a siete obispos greco-católicos martirizados durante la época comunista, además de visitar a la comunidad gitana.
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