Naciones Unidas ha expandido sus operaciones en Irak para ayudar al millón de personas que han tenido que abandonar sus hogares como consecuencia de la ofensiva de las milicias islamistas en zonas del norte y el oeste del país durante este año. La coordinadora humanitaria de Naciones Unidas en Irak, Jacqueline Badcock, ha recordado que muchas familias están necesitadas de comida, agua, refugio y letrinas, lo que supone un "desafortunado desafío" para las agencias humanitarias.
La ONU ha denunciado que la inseguridad en la zona y la escasez de reservas de petróleo están dificultando los esfuerzos para repartir suministro, por lo que se teme un brote de sarampión y diarrea. La presencia del ISIS en Mosul desde hace aproximadamente diez días ha obligado a más de 500.000 personas a abandonar la localidad y a refugiarse en la zona del Kurdistán y en la provincia de Nínive, ahora bajo el control islámico. Aproximadamente el mismo número ha dejado la provincia de Ambar, en el este de Irak, donde los suníes han tomado las ciudades de Faluya y Ramadi.
El portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Adrian Edwards, ha calificado la situación como "caótica" y ha incidido en que ACNUR está tratando de ayudar a los refugiados que "están intentando encontrar un alojamiento, intentando subsistir con los ahorros que tienen". Según ACNUR, más de 2,8 millones de refugiados sirios ya han desbordado los países vecinos desde que empezó la guerra en Siria hace tres años y 225.000 se han refugiado en Irak.
Las fuerzas iraquíes se han congregado en el norte de Bagdad para hacer retroceder al ISIS. Las ofensivas de esta milicia han empujado a Estados Unidos a enviar consejeros militares para endurecer la resistencia del Gobierno.
Las autoridades sanitarias de la región autónoma del Kurdistán iraquí han denunciado una importante escasez de medicamentos desde que el Gobierno central de Bagdad interrumpió el reparto irregular, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por su parte, la OMS ha instalado clínicas móviles y ha repartido kits para tratar a 200 heridos, kits de emergencia para 20.000 personas y medicamentos para prevenir la diarrea, según ha confirmado su portavoz, Fadela Chaib.
El Programa Mundial de Alimentos (PAM) ha enviado siete camiones con 175 toneladas de comida a sus almacenes de la ciudad kurda de Arbil, donde están expandiendo sus operaciones. La portavoz de la PAM, Elisabeth Byrs, ha dicho que "llegar a los desplazados internos" supondrá "cambios significantes para la PAM y la comunidad humanitaria".
La ONU ha pedido 104 millones de dólares (más de 76 millones de euros) para ayudar a los desplazados iraquíes de Ambar, aunque según el portavoz de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, Jens Laerke, se necesitan más fondos para hacer frente a la crisis que supone la ofensiva de ISIS.