El jefe de los bomberos de Delhi, R. C. Sharma, aseguró a la agencia IANS que en el incidente murieron 55 personas -aunque por el momento sólo se han recuperado una treintena de cuerpos- y que unas 80 más resultaron heridas, algunas de ellas críticas, que fueron trasladadas a varios hospitales de la ciudad.
El inmueble se desplomó hacia las 20:15 horas locales del lunes, en el barrio de Lalita Park de la zona de Laxmi Nagar, situada al este de la ciudad india, informó a la agencia PTI su consejero de Salud, Kiran Walia.
Testigos de la catástrofe, que aseguraron oír gritos de socorro bajo los escombros tras el desplome, criticaron la tardanza de la llegada de los servicios de rescate, algo que la jefa de Gobierno de Delhi, Sheila Dikshit, admitió, aunque justificó por la dificultad de acceso de las grúas hasta el lugar, según las agencias IANS y PTI.
Un equipo de gestión de desastres formado por 250 personas trabajó durante toda la noche para retirar los escombros, tarea a la que se sumaron algunos vecinos y que todavía prosigue. Una residente del edificio explicó que en el inmueble vivían unas 250 personas, la mayoría inmigrantes de otros estados de la India, como los norteños Uttar Pradesh y Bihar, en pisos de una habitación.
Según el consejero de Finanzas de Delhi, A. K. Walia, el edificio estaba debilitado posiblemente por las aguas acumuladas en el sótano de éste, que no se retiraron tras las fuertes lluvias monzónicas caídas en la ciudad hasta septiembre.
Algunos vecinos también achacaron el derrumbe a la construcción de una nueva planta que -aseguraron- se estaba llevando a cabo en la terraza de la vivienda. "La magnitud de la tragedia no tiene precedentes. No creo que una tragedia así haya tenido lugar en delhi en el pasado reciente", declaró tras el desastre la jefa de Gobierno. Dikshit, quien habló de un "caso de negligencia", ordenó la apertura de una investigación para determinar la causas del suceso.
