Se han producido incidentes violentos en cinco manifestaciones de las muchas que se están celebrancdo en contra de la nacionalización de las islas de Senkaku/Diaoyu. En una de ellas, en Shenzen, más de 10.000 manifestantes que se dirigían a unos grandes almacenes japoneses se han enfrentado con la Policía antidisturbios, según la cadena hongkonesa TVB.
El primer ministro japonés, Yosishiko Noda, ha pedido a China que defienda los intereses nipones en su territorio. "Este es, lamentablemente, un problema relativo a la seguridad de los ciudadanos japoneses y las compañías relacionadas con Japón", declaró en una entrevista con la cadena NHK. "Quisiera pedir al Gobierno chino que garantice su seguridad".
El problema es un problema que viene de lejos en el que China ya ha expresado su "firme oposición y enérgica protesta" por la compra de las islas, debido a que considera que es "ilegal" porque Sekaku/Dioyu forman parte de su "territorio sagrado" desde la antigüedad. En 1895, Japón se anexionó formalmente las islas para construir una planta procesadora de atún que dio empleo a 200 personas. No obstante, en 1940 el negocio se desplomó y las islas quedaron desiertas.
Entre 1945 y 1972, el archipiélago permaneció bajo dominación estadounidense, como parte de los acuerdos alcanzados entre Washington y Tokio tras la Segunda Guerra Mundial. Desde la salida estadounidense de las islas, China y Taiwán reclaman su soberanía.
China alega que descubrió el archipiélago en el siglo XIV y, a pesar de las tensas relaciones que mantiene con Taiwán, reconoce que algunas islas pertenecen al territorio como parte de la ciudad de Toucheng, ubicada en el condado de Yilan.
En cambio, Japón asegura que el archipiélago pertenece al completo a la ciudad de Ishigaki, ubicada en la prefectura de Okinawa, y, por tanto, rechaza las reivindicaciones chinas y cualquier acuerdo alcanzado entre Pekín y Taipei.
