Una manicura le arruina la vida: dolor intenso y las uñas se le desprenden de los dedos

Lisa era clienta habitual de los salones de estética, siempre le ha gustado llevar las uñas cuidadas y durante bastantes años se ha hecho la manicurade gel sin ningún tipo de problema. Sin embargo, el pasado mes de febrero después de acudir a su cita en un salón de West Northamptonshire, Reino Unido, esta mujer de 36 años comenzó a sentir un dolor intenso e inflamación, además sus uñas comenzaron a caerse.

El dolor fue tal que decidió acudir al médico donde le diagnosticaron una infección bacteriana y le recetaron una crema con esteroides y antibióticos. Tras el tratamiento tanto el dolor como los signos de la infección parecieron remitir y Lisa Dewey se animó entonces a volver al salón de belleza.

En esta ocasión Lisa quiso probar con uñas acrílicas y entonces comenzó la verdadera pesadilla. En una entrevista con South West News Service explicó que el dolor regresó y sus uñas volvieron a despegarse de las yemas de los dedos. Describió sus manos como "papel arrancado" y compartió que siente un dolor tan intenso que casi no puede mover las manos.

Lisa es madre de 2 niñas, una de 3 y otra de 12 años, y dice que esto le afecta en sus rutinas del día a día ya que acciones tan sencillas como lavar el pelo a sus pequeñas para ella suponen un importante esfuerzo. Además no solo es físico el dolor ya que ella reconoce que le ha afectado a su autoestima y de ser una persona que no se preocupaba por lo que pudieran pensar los demás, pero ahora siente vergüenza: "Es vergonzoso tener manos así" y dice que le está limitando en su vida social.

Desde hace tiempo varios dermatólogos han avisado de que se ha incrementado el número de reacciones alérgicas a las uñas de gel.

En los últimos meses trascendió también la historia de Jayne Sharp, otra mujer que fue a hacerse las uñas y resultó infectada con la bacteria 'comecarne'. Sus primeros síntomas le recordaron a un proceso gripal: malestar, fiebre...pero el dolor y la inflamación se extendieron hasta el codo.

"Tengo suerte de estar viva" reconoció Jayne que "meses" después todavía presentaba huellas en el aspecto de su dedo pulgar que aún ahora siente "entumecido". Jayne denunció al salón de belleza.

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