"¡Mamá, la abuela está volando!"

Joan Harding no se conformaba con una celebración de cumpleaños 'al uso'. La valiente abuela inglesa decidió hacer algo extraordinario para celebrar el haber llegado a los 90 años: saltar en paracaídas.

Se preparó con el equipo de paracaidistas locales. Primero, algo de entrenamiento en un gimnasio, aprendiendo las posturas adecuadas. Luego, su bautismo de aire. Algo nerviosa, pero entusiasmada como una niña.

Con su mono de color rojo, Joan saltó con su instructor y contó  luego que la salida del avión le impresionó un poco, pero luego consiguió relajarse y la sensación de flotar en el aire, según describe, fue maravillosa.

El aterrizaje no tuvo mayor problema. Su instructor dirigió correctamente el paracaídas y con dos ayudantes en tierra que les esperaban, Joan pisó el suelo sin mayor problema.