Macabro asesinato de una prostituta transgénero: un turista la mata y le arranca el corazón, los pulmones y los implantes de silicona

Hay historias que sorprenderían incluso al asesino en serie más macabro de las películas. Y seguramente este atroz suceso sea uno de ellos... En una playa de Pattaya, localidad cercana a Bangkok (Tailandia), un turista chino ha matado a una prostituta transgénero después de que ella se negara a tener relaciones sexuales con él. No contento con ello, abrió el cuerpo desde el cuello hasta los genitales y le extirpó el corazón, los pulmones y los implantes de silicona. Un brutal asesinato que ni Jack el Destripador hubiera firmado.

Fu Tongyung es el nombre del protagonista de esta historia. Este turista chino conoció a Woranan Pannacha, una prostituta transgénero tailandesa de 25 años, en la playa de South Pattaya la noche del 26 de abril y supuestamente acordó pagarle 8.000 baht (algo más de 200 euros) por sexo: se verían esa misma noche a las 21:00 horas en el apartamento que él alquilaba en Soi Arunothai, Pattaya Central.

Sin embargo, ya en la habitación, Woranan se negó a practicar los servicios sexuales que le requería Fu, por lo que él le exigió la mitad del dinero que le había dado. Fue entonces cuando se desató una acalorada discusión entre ambos que pasó de las palabras a la violencia física y al fatal desenlace.

Según ha contado en declaraciones recogidas por medios tailandeses la empleada doméstica del bloque de apartamentos que encontró el cuerpo, alrededor de las 02:00 horas de la madrugada escuchó una fuerte discusión entre ambos. Más tarde, oyó a la mujer gritar: "¡Suéltame! ¡No me hagas daño!", seguido de fuertes golpes contra la puerta que duraron aproximadamente una hora... Hasta que se hizo el silencio.

La mutiló porque quería "jugar con el cuerpo y excitarlo"

El propio Fu ha relatado cómo se desarrolló la pelea y acabó con la vida de la joven durante el interrogatorio de los agentes, que le detuvieron en el Aeropuerto Internacional de Suvarnabhumi cuando intentaba huir de Tailandia.

El agresor les explicó que, tras negarse a practicar sexo con él y exigirle parte del dinero, Woranan lo echó de la cama a patadas. Eso le llevó a tomar represalias: saltó sobre ella, se sentó a horcajadas sobre la joven y la estranguló. Ella trató de defenderse y le arañó en la cara, provocándole cortes en el rostro. Pero todo fue en vano y al poco tiempo dejó de moverse...

Una vez se cercioró de su muerte, Fu arrastró el cuerpo al baño del apartamento, donde mutiló el cadáver de Woranan con unas tijeras: le cortó desde el cuello hasta los genitales y le extrajo el corazón y los implantes mamarios de silicona. Durante su confesión relató que el motivo de todo ello es que quería "jugar con el cuerpo y excitarlo".

Tras el asesinato, Fu limpió tanto el cuerpo como la habitación antes de irse a dormir. Ya a la mañana siguiente, reservó un vuelo, tomó una mototaxi y un autobús hasta el aeropuerto de Suvarnabhumi, donde fue detenido cuando intentaba volver a China.

Había visto una serie de televisión sobre un crimen real

"El asesino lo confesó todo. Explicó que había visto una serie de televisión sobre un crimen real y que quería jugar con el cadáver, mutilar a la víctima y extraerle los órganos", ha declarado a la prensa el general Tawatkiat Jindakuansanong, jefe al cargo de la investigación. "Al principio, el sospechoso guardó silencio y se negó a declarar, hasta que se rindió a las pruebas después de que encontramos el teléfono de la víctima", ha añadido Jindakuansanong.

Según han contado las autoridades policiales, Fu se disculpó por lo que había hecho y afirmó que no pudo controlarse tras ser atacado por la joven víctima. También mencionó que no estaba seguro de padecer una enfermedad mental, ya que nunca le habían diagnosticado una.

Por su parte, el jefe de policía de Pattaya, Anek Sathongyu, ha confirmado que la confesión de Fu está respaldada por las pruebas halladas en la escena del crimen. El cuerpo de Woranan fue encontrado en el baño del apartamento gravemente desmembrado, con el abdomen y el pecho abiertos y con el corazón y los implantes de silicona arrancados. También le faltaban los pulmones, aunque el detenido negó haberlos extraído. Igualmente, se encontró en la habitación una bolsa grande con las tijeras y ropa.

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