Las banderas han ondeado a media asta en la ciudad alemana de Duisburgo durante el funeral por los 21 fallecidos en el 'Love Parade'. Entre los fallecidos se encontraban dos estudiantes españolas como consecuencia de una avalancha humana en el festival de música 'Love Parade'.
La canciller alemana, Angela Merkel, ha regresado de sus vacaciones de verano para asistir al funeral celebrado en la Iglesia del Salvador, donde 600 familiares y amigos se han reunido para recordar a los fallecidos. Han estado acompañados en el sentimiento por miles de personas que han seguido el responso en el exterior de la iglesia y en el estadio de fútbol de la ciudad, y por millones de alemanes en todo el país.
Quince minutos antes del inicio del funeral, las campanas de las iglesias de Duisburgo, así como de las ciudades más próximas, han tañido en recordatorio de la tragedia. No obstante, el funeral ha transcurrido en medio de la indignación de algunos de los familiares después de que el alcalde de la ciudad, Adolf Sauerland, decidiera no acudir a las exequias por temor a encender los ánimos de los asistentes.
Sauerland ha sido señalado como uno de los principales responsables de la tragedia al ignorar las advertencias recibidas por las fuerzas de seguridad y bomberos de la ciudad sobre los peligros que comportaba celebrar un evento tan multitudinario en un espacio tan reducido. Por ello, ha sido objeto de numerosas amenazas de muerte en los últimos días.