El presidente y director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, ha sido acusado formalmente de tres delitos sexuales tras su detención por haber supuestamente intentado violar a una camarera de hotel.
El político francés, considerado como el candidato con más posibilidades para arrebatar a Nicolas Sarkozy la presidencia de su país, tendrá que hacer frente a los cargos de violación en grado de tentativa, acto sexual delictivo y retención ilegal, según la CNN, que cita al abogado de Strauss-Kahn, Benjamin Brafman.
El "peso pesado" del Partido Socialista de Francia fue detenido el sábado en el aeropuerto neoyorquino por agentes de la Autoridad Portuaria de Nueva York y entregado a detectives de Policía de Manhattan cuando se encontraba en la cabina de primera clase de un avión de Air France a punto de despegar, rumbo a París.
A continuación, Strauss-Kahn, de 62 años, fue trasladado a la Unidad de Víctimas Especiales de Manhattan donde fue interrogado, según el portavoz de la Policía de Nueva York, Paul Browne. Agentes de paisano abordaron el avión de Air France a las 16.45 de la tarde del sábado hora local (20.45 GMT) en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York y le detuvieron después de que el Departamento de Policía de Nueva York recibiera la denuncia de una limpiadora del hotel Sofitel situado en pleno centro de Manhattan.
Intento de agresión
Según Browne, la mujer, de 32 años, explicó que cuando entró en el "suite" de Strauss-Kahn, éste salió del cuarto de baño desnudo y se abalanzó contra ella e intentó quitarle la ropa interior.
La camarera logró huir y contó lo ocurrido a sus compañeros de trabajo, que llamaron a la Policía. Cuando se personaron los agentes en el hotel, Strauss-Kahn ya lo había abandonado, aunque de manera aparentemente precipitada, pues dejó en la habitación algunos objetos personales, entre ellos su teléfono móvil.
Las acusaciones representan un grave varapalo para las aspiraciones políticas de Strauss-Kahn, quien, aunque aún no había anunciado su candidatura, se daba por descontado que estaba a punto de renunciar a su puesto en el FMI para poder presentarse a las elecciones presidenciales francesas del año próximo.