La familia de Fariñas se teme “lo peor”

Fariñas ha hecho 23 huelgas de hambre desde 1995 y ha llegado a estar seis meses sin comer. A pesar de la gravedad de su estado, el disidente cubano, está consciente y con sus facultades mentales intactas.

Guillermo Fariñas, ya anunció ante las cámaras, al principio de su huelga de hambre número 23 que su voluntad iba a ser férrea. "Yo estoy dispuesto a ir en esta huelga de hambre hasta las últimas consecuencias. Incluida mi muerte". 

Desde que comenzó su protesta el pasado 24 de febrero, tras la muerte del disidente Orlando Zapata, de nada han servido las peticiones de familiares y amigos para que deponga su actitud. 
Su objetivo sigue siendo el mismo: La liberación de los 26 presos políticos que permanecen enfermos en prisión.

Ante las escasas posibilidades de que el Gobierno acceda a su demanda, su madre teme lo peor. "El está crítico. Tiene ahí un coágulo en la confluencia de la arteria subclavia y la yugular y eso es muy grave. Imagínese cómo voy a estar de ánimo, unos veces pensando en lo mejor, y otras en lo peor".