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En estado grave un diputado de Argentina tras recibir un disparo en los aledaños del Congreso

El diputado de la UCR, Héctor Olivares, recibió tres disparos la mañana de este jueves a metros del edificio del Congreso, en Buenos Aires. El funcionario que caminaba junto a él falleció al instante.

El diputado oficialista argentino, Héctor Olivares, resultó este jueves gravemente herido tras ser disparado cerca del Congreso en Buenos Aires mientras iba acompañado de uno de sus asesores, quien falleció y que, según el Gobierno, fue al parecer el objetivo del ataque, en un año marcadamente electoral.

Poco antes de las 7 de la mañana, en la plaza del Parlamento, por la que el legislador, de 61 años, suele caminar temprano a diario, dos personas que esperaban en un auto dispararon con un arma tanto a Olivares como a su acompañante, Miguel Yadón, un funcionario amigo suyo que ejercía como coordinador de Obras en el Fondo Fiduciario del Transporte Eléctrico Federal.

Unas imágenes de cámaras de seguridad, difundidas por el Gobierno argentino, muestran claramente lo sucedido, que llama la atención por la tranquilidad con la que los dos agresores cometen el crimen, tras el que se fugaron, uno a pie y otro en el mismo vehículo desde el que dispararon.

En el vídeo, se ve a Olivares y a Yadón caminar tranquilos hasta que son atacados desde el interior del automóvil, que llevaba media hora estacionado tras un autobús. Seguidamente, ambos caen el suelo tras recibir los tiros y se ve salir a uno de los delincuentes del coche. Mientras Olivares trata de incorporarse, pidiendo ayuda a otros autos que pasaban por la calle, el presunto atacante -un hombre corpulento-, sin inmutarse, mira de pie dentro del vehículo y trajina algo en su interior.

Poco después, otro hombre -aparentemente más joven- sale del auto y cruza la calle, marchándose a pie tranquilamente, en el mismo momento que un ciclista que pasaba por la zona acude a escuchar a Olivares. Finalmente, el ciclista se va, Olivares acaba tumbando en el suelo y al automóvil, manejado por uno de los asaltantes, arranca y se va, sin darse prisa, mientras un agente de policía acude, sin haber alertado nada raro en el auto, hacia el cercano cuerpo de Yadón.

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