Al menos 38 personas han resultado heridas y unas 330 han sido detenidas en el marco de los choques que se han producido este miércoles entre policías y manifestantes en las protestas que sindicatos y 'chalecos amarillos' habían convocado para este 1 de mayo en París.
Miles de personas han marchado por la capital francesa en un ambiente festivo hasta que han llegado a la altura de Montparnasse. En el restaurante La Rotonde, donde Emmanuel Macron celebró su victoria en las elecciones presidenciales de 2017, han estallado los enfrentamientos.
Un grupo de manifestantes que, según el diario galo 'Le Figaro', pertenecerían al Bloque Negro de los anticapitalistas franceses han lanzado objetos a la Policía, que ha respondido con gases lacrimógenos, granadas aturdidoras y balas de goma.
El secretario general de la CGT, Philippe Martinez, ha denunciado la infiltración de estos encapuchados de negro en las manifestaciones del Día del Trabajo. Los disturbios han sido de tal magnitud que el líder sindical, que ha sido alcanzado por un bote de gas lacrimógeno, ha tenido que cancelar su comparecencia y abandonar el lugar.
Las autoridades galas ya habían advertido de que unos 2.000 miembros de los Bloques Negros, tanto franceses como del resto de Europa, podrían irrumpir en las tradicionales marchas sindicales del 1 de mayo.
La Prefectura de París ha informado de que, de los 330 detenidos, al menos 220 estaban bajo custodia policial. Se han realizado más de 9.000 controles preventivos.
La líder ultraderechista Marine Le Pen, que ha aprovechado la jornada para rendir homenaje a Juana de Arco, ha acusado al Gobierno de "hacer todo lo posible para que los manifestantes de extrema izquierda sigan deteriorando" la situación de seguridad.
Las movilizaciones se han producido días después de que Macron anunciara una rebaja fiscal de 5.000 millones de euros como parte del "plan nacional" que prometió para dar respuesta al descontento social que han puesto de relieve los 'chalecos amarillos'.