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DESCONCIERTO EN LA POLICÍA

Cuatro apuñalamientos durante el fin de semana en Londres

Reunión especial del gobierno británico después de que durante el fin de semana cuatro personas que caminaban solas por la noche fueran atacadas. En un año se registraron casi 300 víctimas mortales por este tipo de agresiones con arma blanca.

Reunión especial del gobierno británico para abordar con altos cargos policiales el alarmante aumento de los ataques con cuchillos, después de que 135 personas murieran en 2018 por agresiones con armas blancas. En esta reunión, celebrada en la residencia oficial de Downing Street, congregó también a expertos y a la inspectora jefa de la Policía Metropolitana de Londres (Met), Cressida Dick, quienes en los próximos días también abordarán medidas para atajar la crisis.

Entre marzo de 2017 y marzo de 2018, se registraron un total de 285 homicidios en los que el arma utilizada fue un cuchillo o un instrumento afilado, lo que supuso el número más elevado en este tipo de episodios desde 1946, el año en que comenzaron a contabilizar esos crímenes. Tan solo el pasado fin de semana, un varón, que continúa en paradero desconocido, apuñaló en el norte de Londres a cuatro personas de manera aleatoria. El encuentro en esta capital se celebra después de que el ministro de Interior, Sajid Javid, anunciara una serie de propuestas que implican a docentes y trabajadores de la sanidad pública británica (NHS) a la hora de tratar de erradicar esa problemática. Entre esos planes, Interior contempla que tanto los docentes como el personal del NHS tengan responsabilidad a la hora de detectar ese tipo de delincuencia entre los jóvenes, denunciando, por ejemplo, a posibles víctimas de esos delitos. Esas medidas han generado polémica entre ambos gremios, pues los profesores temen convertirse en "cabezas de turco" si denuncian sospechas con relación a ese tipo de incidentes entre el alumnado mientras que, por su parte, los sanitarios consideran que esas propuestas podrían disuadir a víctimas de episodios violentos de acudir a buscar tratamiento médico. En la inauguración del encuentro, la primera ministra británica, Theresa May, recalcó que los crímenes violentos constituyen un problema que no puede resolverse únicamente con un aumento de los poderes policiales, sino que precisa de "un mayor esfuerzo coordinado por parte de varias instituciones... En los últimos meses, hemos visto un aterrador número de jóvenes vidas sesgadas o devastadas por el crimen violento grave, entre ellos incidentes horrorosos este fin de semana", afirmó May.

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