Alrededor de cien personas, la mayoría civiles e insurgentes, han muerto a lo largo del domingo en una nueva jornada de la campaña militar del régimen de Damasco contra las posiciones de los rebeldes del Ejército Libre Sirio en diversas zonas del país.
Los opositores Comités de Coordinación Local han informado en un comunicado de que las víctimas mortales se han producido por bombardeos de helicópteros, artillería pesada y disparos del Ejército sirio, además de en combates con los miembros del ELS.
En aldeas y localidades de los suburbios de Damasco al menos 41 civiles y rebeldes murieron y en la provincia de Homs 24, mientras que 16 fallecieron en la meridional Deraa y otros once en Idlib, próxima a la frontera turca, ha precisado la agrupación.
Las demás muertes se han registrado en las provincias de Deir el Zur, al este de Siria, la costera de Latakia y Alepo, en el norte.
Los Comités han denunciado que el hospital de la ciudad de Deraa recibió de las fuerzas de seguridad cinco cadáveres de campesinos que han sido ejecutados y torturados por los leales al régimen.
Según ha desde Tafas, en Deraa, el activista de los CCL Yazid al Badran, esa ciudad es escenario de bombardeos desde el sábado, y las fuerzas de seguridad intentan irrumpir en la localidad, "pero no pueden porque tienen que enfrentarse con los combatientes del ELS".
"Hoy perdieron la vida tres mujeres y un rebelde y hasta ahora los tanques no han entrado en la ciudad, pero si irrumpen habrá una masacre", ha advertido Badran.
Ha recordado que esa localidad está bajo control del ELS desde hace un año y que de sus habitantes -unos 50.000- sólo quedan alrededor de 10.000, después de los grandes desplazamientos de población en los últimos días.
Mientras, este domingo ha proseguido la campaña militar contra la ciudad de Alepo con bombardeos sobre el barrio de Salahedin y enfrentamientos entre rebeldes y tropas en el área de Yeb al Qoba, situada en el casco antiguo.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha informado de que también se libran combates en los barrios de Suq al Hal, Hananu, Seif el Daula y Dauar el Sabaa Bahrat, todos ellos situados en la ciudad de Alepo.
Por otra parte, el ELS ha responsabilizado este domingo al régimen sirio de la seguridad de los ciudadanos iraníes secuestrados el 4 de agosto en Damasco.
"Responsabilizamos totalmente al criminal régimen de Bashar Al Assad de la seguridad de los restantes prisioneros iraníes y le comunicamos que recurrir a la fuerza será un error de consecuencias impredecibles", ha subrayado el jefe de la Brigada al Baraa, Abdel Naser Chemair, en un comunicado difundido por Youtube.
Asimismo, ha señalado, será "imposible llegar a negociar sin el cese inmediato de los bombardeos y el asedio a la ciudad de Homs y otras, ya que la seguridad de los prisioneros iraníes no es mejor que la de nuestro pueblo".
En ese sentido, el cabecilla insurgente ha advertido de que, si el régimen de Al Asad no atiende a sus demandas, responderán "de una manera firme".
Por último, ha pedido a los familiares de los secuestrados iraníes que presionen a su Gobierno para que deje de respaldar al Ejecutivo sirio para preservar en el futuro los lazos entre los pueblos sirio e iraní "porque la caída del régimen de Al Asad es inminente".
El Gobierno de Irán, el principal apoyo del régimen de Damasco en Oriente Medio, y algunas autoridades de distintos ámbitos del país han responsabilizado a EEUU y algunos de sus aliados que respaldan a los rebeldes sirios de la suerte de los prisioneros.
El ELS ha asegurado que entre los rehenes había militares del cuerpo de Guardianes de la Revolución de Irán, pero no ha hablado en ningún momento de que fueran armados.