El coronavirus que ha activado la alerta en China se ha cobrado ya 25 vidas. Hay además 882 personas infectadas y las autoridades han impuesto la cuarentena en al menos 11 ciudades. En Wuhan han reforzado las medidas de seguridad para que nadie pueda entrar o salir.
Wuhan es una ciudad fantasma. Encerrados en sus casas, apenas se ve gente por la calle. Cines, restaurantes, comercios... todo está cerrado, y los vecinos están desesperados: "Necesitamos volver ya a la rutina. No podemos ni comprar comida".
El personal médico no da abasto. Apenas hay espacio en los 70 centros sanitarios de la ciudad. Entre los infectados, hay al menos 15 enfermeros. La psicosis es tan grande que en las redes sociales circulan vídeos como éstos, difíciles de corroborar, de gente que cae muerta en plena calle.
Hay colas kilométricas para conseguir mascarillas, que se fabrican a contrarreloj, como a contrarreloj se construye un hospital para que esté funcionando en 6 días. El gobierno ha puesto en cuarentena una región con 40 millones de habitantes, casi la población total de España.
Hoy, las autoridades chinas publicaban la primera imagen del coronavirus. El miedo ha traspasado fronteras y ya hay casos en estudio en Italia y en Francia. En Corea del Sur están desinfectando los principales medios de transporte y se vigila especialmente los vuelos procedentes de China. De momento, la Organización Mundial de la Salud no declara la emergencia internacional.
Desde España, los ciudadanos chinos siguen las noticias. En la zona de Wuhan también tienen presencia numerosas empresas españolas.
