No habían visto nada así desde mayo del 68. Salvando las muchas diferencias, los expertos y los políticos advierten que han supuesto un tremendo coste.
En el plano social las protestas de los 'chalecos amarillos' dejan cuatro muertos y más de cien heridos, además el despliegue policial y las cargas.
En el plano económico, sólo en París, los manifestantes han destrozado 50 coches en este fin de semana. Además del saqueo en las tiendas, se ha paralizado la actividad comercial. Este sector cifra las pérdidas en 1.000 millones en todo el país. Al parar a los camiones en las carreteras, los chalecos amarillos han hecho perder unos 400 millones a las empresas de transporte, según denuncian ellas.
El sector gastronómico también lo ha notado, ya que las reservas en los restaurantes han caído entre un 20 y 50%. También muchos hoteles han visto reducida su clientela hasta en un 50%. En total, se calcula que la factura de estos cuatro sábados de protestas, de un movimiento que denuncia la pérdida de poder adquisitivo por el coste de la vida, va a superar los 10.000 millones de euros.
El ministro de Finanzas habla de consecuencias catastróficas y de lo mucho que pierden todos. Por su parte, Macron ha convocado a los sindicatos este lunes para presentar las nuevas medidas.
