Celia y Carlos, los dos españoles que han acogido a una familia de siete ucranianos que no conocen el idioma

Han pasado casi un mes desde que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenara a las Fuerzas Armadas rusas lanzar la ofensiva contra Ucrania. En un primer momento, los bombardeos fueron para construcciones militares estratégicas. Pero poco después comenzaron a ser objetivo también las zonas civiles. Muchas ciudades han sido reducidas a cenizas y ruinas, y millones de habitantes ucranianos han huido del país dejando atrás sus vidas tal y como las conocían. Es el caso de Petrov, su mujer y sus cinco hijos, los cuales salieron huyendo cuando escucharon el primer bombardeo, y ahora se encuentran alojados en casa de Celia y Carlos.

Tuvieron que andar 30 kilómetros hasta la frontera con Polonia

En un primer momento, huyeron en coche pero cuando no pudieron continuar se encontraban a unos 30 kilómetros de la frontera con Polonia, un trayecto que tuvieron que hacer a pie. Cuando cruzaron a territorio europeo, un transportista les ayudó a llegar a España. Una vez aquí, Celia y su marido, Carlos, decidieron que era el momento de ayudar a alguien y les ofrecieron su casa para alojarse.

La familia de Nadie y Petrov ya tienen sus papeles en regla, tarjeta sanitaria, abono de transporte, cuenta bancaria y los menores ya han sido escolarizados.

Necesitan un trabajo

Ahora con la ayuda de Celia y Carlos esta familia tiene una segunda oportunidad para volver a empezar pero para eso necesitan un trabajo que les permita encontrar una casa para ellos y poder seguir adelante. En Ucrania, Nadia era enfermera pediátrica y Petrov reparaba electrodomésticos, aunque declaran que están "dispuestos a trabajar en cualquier campo". Los pequeños también se amoldan y aunque ahora son muchos en casa, entre todos buscan la manera de convivir.

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