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YA ES UNA PROFESIÓN OFICIAL

Brujas, echadoras de cartas y astrólogos, obligados a pagar impuestos en Rumanía

Los representantes del esoterismo argumentan que con ingresos tan bajos por consulta es imposible llenar las vacias arcas del Estado y amenazan con utilizar sus hechizos.

Ya no tendrán que esconder sus conjuros. Predecir el futuro, elaborar pócimas mágicas o maleficios serán prácticas legales. En Rumanía, la brujería es ya una profesión oficial.  Una ley acogida con entusiasmo en el sector, aunque tiene un coste pagar impuestos.

Ante la fuerte crisis económica, el gobierno rumano ha decidido ampliar el número de profesiones y negocios posibles para que todos contribuyan a las debilitadas arcas del Estado. Sacar adelante la ley no fue fácil  porque muchos diputados se echaron atrás ante las amenazas de brujería.

Brujas y hechiceros advierten con maleficios si finalmente se les obliga a pagar las tasas. Rumanía, un país muy supersticioso, ahora se enfrenta a un nuevo enemigo: las pócimas mágicas.

 

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