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durante su comparecencia en el Congreso,

Borrell aclara que "la única salida" a la crisis venezolana son las elecciones presidenciales y rechaza la intervención militar

Borrell ha defendido que la solución en Venezuela debe ser la vía "política pacífica y democrática", por ello, ha descartado la intervención militar externa. El ministro ha dejado claro que no comparte la posición de Estados Unidos de que "todas las soluciones están encima de la mesa".

El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Josep Borrell, ha avisado este miércoles de que "la única salida" a la crisis institucional creada en Venezuela tras la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente frente a Nicolás Maduro pasa por la convocatoria de unas nuevas elecciones presidenciales y ha rechazado una intervención militar externa.

"La única salida, desde la política, a la aguda crisis que atraviesa Venezuela tiene que ser la convocatoria de unas nuevas elecciones presidenciales que puedan llevarse a término con las debidas garantías y supervisión de la comunidad internacional", ha asegurado Borrell durante su comparecencia en el Congreso, donde ha acudido para atender las peticiones de la oposición para informar de la posición del Gobierno en relación con la situación en ese país suramericano.

De esta forma ha venido a responder a las declaraciones de Nicolás Maduro a la agencia rusa Novostia, donde ha dicho estar dispuesto a sentarse a hablar con la oposición sobre elecciones legislativas, pero no presidenciales.

Borrell ha subrayado que el Gobierno sigue defendiendo que la solución al conflicto abierto en Venezuela debe ser una vía "política pacífica y democrática" y, de hecho, ha destacado que ése ha sido el mensaje que han hecho llegar a la Administración venezolana desde la llegada del PSOE a La Moncloa.

El ministro ha querido dejar claro que el Gobierno español no hará "seguidismo de nadie" en relación con la crisis venezolana y que no comparte la posición de Estados Unidos de que "todas las soluciones están encima de la mesa", puesto que España rechaza cualquier "solución militar" o que proceda del "exterior".

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