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SUS MEJORES MOMENTOS

Boris Johnson, un primer ministro que genera pasiones y odios

8 años como alcalde de Londres, 2 años como ministro de Exteriores. En las dos primera votaciones en los Comunes rechazó el Acuerdo de Retirada. En la última, se mostró a favor. Ahora quiere cambiar el pacto o salir por las bravas del bloque

Boris Johnson ha llegado al poder con la promesa de cumplir con el brexit el próximo 31 de octubre, con o sin acuerdo, después de participar en una campaña interna en la que partió y terminó como favorito.

Tiene fama de histriónico y un sentido del humor que hace reír hasta a sus más exacerbados enemigos. Genera pasiones y odios a partes iguales. Unos lo ven como un político talentoso y capaz de reunir abrumadores apoyos entre el electorado, otros lo consideran superficial e irresponsable.

Ha sido tachado de racista por hacer comentarios inapropiados, como cuando comparó a las mujeres que llevan burka con buzones de correo o como cuando afirmó que Tony Blair había sido recibido en un viaje al Congo por "guerreros tribales" con sonrisas de "sandías". Ambicioso como pocos, su hermana, Rachel, ha recordado que, de pequeño, el mayor objetivo de Johnson era ser "el rey del mundo".

Se ha enfrentado a la política de compromiso de May en las negociaciones con el bloque europeo. Ha sido acusado de haber mentido en la campaña del brexit para el referéndum de 2016 al decir que su país asignaba al club comunitario casi 400 millones de euros a la semana.

El controvertido dirigente arrasó en la elección interna entre los diputados para el liderazgo, después de que se iniciara en junio este proceso por la dimisión de Theresa May como premier debido a la crisis del brexit.

Fue ministro de Exteriores bajo el mandato de May y dos veces alcalde de Londres. Johnson se separó el año pasado de su mujer, Marina Wheeler, al salir a la luz su nueva relación con Carrie Symonds, una joven de 31 años que trabaja para el Partido Conservador.

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