Vincent Lambert se ha convertido en el centro del debate sobre la eutanasia en Francia. Lambert se halla en estado vegetativo desde hace 11 años tras un accidente de tráfico y, a partir de hoy, los médicos que le atienden están autorizados, por decisión judicial, a suspender su tratamiento.
La familia Lambert amanece este lunes más rota y divida que nunca, tras la decisión de los médicos del hospital de Sebastopol en Reims, de dejar de alimentar e hidratar artificialmente a Vicent Lambert, que lleva en coma desde hace 11 años por un accidente de tráfico.
Una decisión respaldada por las altas instancias legales francesas y europeas, tras una lucha de seis años entre la mujer de Vicent a favor de la desconexión, para que deje de sufrir, y los padres, en contra. Un enfrentamiento que en este tiempo también se traslado a una opinión publica totalmente enfrentada por el caso.
Los abogados de los padres apuran recursos y este lunes presentaran tres nuevas apelaciones para intentar frenar la decisión que supondría la muerte física de su hijo. Incluso han enviado una carta al Emmauel Macron, presidente de Francia, refiriéndose a un crimen estatal contra el estado de derecho.
Francia también está dividida por Vicent Lambert, al que los médicos consideran que está en un estado vegetativo irreversible. Decenas de personas protestaban frente a la clínica por la interrupción. Para los partidarios del derecho a morir con dignidad es hora que termine su sufrimiento.
