Estados Unidos

Así ha sido la explosión controlada del casino levantado por Donald Trump en Atlantic City por su mal estado

Este miércoles se ha procedido a la explosión controlada del Casino Trump Plaza, edificio que levantó el anterior presidente de Estados Unidos en Atlantic City, por su mal estado de conservación.

Donald Trump

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El Casino Trump Plaza, construido en Atlantic City por el expresidente de Estados Unidos, ha quedado reducido este miércoles a escombros tras una explosión controlada por su mal estado de conservación. Al estruendo le han acompañado numerosos aplausos de los visitantes que se han movilizado a la costa este del país para contemplar la escena.

En apenas 20 segundos, el edificio de Donald Trump se desmoronó por completo, empezando por la torre que un día el polémico empresario erigió como joya de la corona de su imperio hotelero. Durante décadas, las paredes del casino acogieron a miles de músicos, actores y demás personalidades famosas.

"Todo el mundo, desde Hulk Hogan hasta Mick Jagger y Keith Richards, toda la gama de personalidades" pasó por este hotel, explicaba el director de eventos del casino desde su inauguración en 1984 hasta 1991, Bernie Dillon.

El jefe de Bomberos de Nueva Jersey, Scott Evans, ha relatado que las cargas explosivas se colocaron en puntos estratégicos de la estructura que sujetaba al edificio. Así, el peso lo haría caer sobre su propia base de manera vertical, con una pequeña desviación hacia el noreste.

Fue propiedad de Donald Trump hasta 2016

El casino que tantas personalidades acogió dejó de ser propiedad de Donald Trump a partir de 2016, año en el que fue adquirido por el millonario Carl Icahn junto a otro casino que el expresidente tenía en la zona.

Tras el éxito del Trump Plaza, el empresario decidió erigir, en 1990, el Trump Taj Mahal, descuidando así su primer proyecto que ha terminado demoliéndose este miércoles por su mal estado de conservación.

Finalmente, las deudas, la mala gestión y la saturación de casinos en la ciudad del juego estadounidense llevaron a Donald Trump a venderlos. Ahora, el Taj Mahal, adquirido también por Icahn, sigue en funcionamiento bajo una nueva marca, Hard Rock.

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