El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha advertido al Partido Popular Europeo de que debe convencer a los ciudadanos de la Unión del peligro que a su juicio tiene el resurgimiento de movimientos radicales y xenófobos de derecha e izquierda, "inventos artificiales" en política que han surgido por la crisis como ya ocurriera en Europa "en otras épocas de trágico recuerdo". "Movimientos radicales, populistas, extremistas, inocuos o nacionalistas, que aprovechan el sufrimiento de las personas para proponer soluciones simplistas, trasnochadas, fracasadas, para culpar de todo a un enemigo exterior, a las conspiraciones, la emigración o al propio proceso europeo", ha dicho el presidente en la reunión de la Mesa Política del Grupo Popular Europeo en Toledo.
Rajoy ha llamado a "combatir" con "la fuerza" de los "principios" y las "realizaciones". El jefe del Ejecutivo también ha señalado, en unas jornadas de trabajo que celebra en Toledo el grupo parlamentario del PPE, que ha costado "mucho" llegar hasta aquí y el futuro es "prometedor" pero ha advertido de que "es mucho más fácil deshacer que hacer, destruir que construir, volver atrás o quedarse quieto que reformar".
En clave económica, ha afirmado que el objetivo de crear tres millones de empleos en España se alcanzará en 2020, a razón de 500.000 empleos cada año. "Se puede hacer", subrayó. De este modo, la previsión de que la economía española cree tres millones de empleos en seis años (desde este año a 2020) se extiende más allá de la próxima legislatura.
Rajoy ha advertido en este sentido del peligro de abandonar el "impulso reformista", algo que provocaría, ha señalado, que los desequilibrios económicos se vuelvan a acumular y los "destrozos" causados acaben poniendo en riesgo el estado de bienestar. También ha apuntado que de esta crisis que ha tenido que afrontar Europa todos han aprendido que las respuestas válidas "sólo pueden venir de la política". Una política que, ha subrayado, la han escrito entre todos los europeos. "Ya no hay países grandes o pequeños, solo países que ven en Europa el mejor instrumento para afrontar globalización" con sus "oportunidades" y "amenazas".
Ante la crisis, ha dicho, los europeos han pagado un "precio muy alto" para recordar "principios elementales" como el de que no se puede gastar lo que no se tiene, "no se puede vivir de préstamos" y hay que ser "prudente en el manejo del dinero público". Y ha recordado que en algunos países más que en otros se ha pedido un esfuerzo importante a los ciudadanos, y "solo la fibra moral" de éstos ha permitir fortalecer el conjunto de la UE. "Europa ha sido puesta a prueba y ha logrado imponerse, y no ha sido fácil, es el mejor precedente posible para aprovechar juntos el nuevo futuro que se nos abre", ha señalado Rajoy.
Aboga por cooperación militar frente al yihadismo
El presidente del Gobierno se ha referido al problema del terrorismo yihadista, ante lo que ha abogado por la cooperación entre países de la Unión Europea en los planos policial, judicial y de inteligencia, e incluso "militar donde sea necesario". Rajoy ha apostado por combatir esta amenaza "de forma determinada y sostenida".
"No se trata de un enfrentamiento entre religiones, se trata, como en otras épocas, de un enfrentamiento entre civilización y barbarie", ha asegurado Rajoy, quien ha defendido que aunque los ataques yihadistas afectan "de manera dolorosa" a muchos países, "lo hace más cruentamente a los propios países musulmanes, como se puede comprobar en las imágenes que los desalmados muestran". Así, ha defendido esta "cooperación" entre países para acabar con este tipo de terrorismo, incidiendo en que hay que fomentar el diálogo con países musulmanes "para reforzar sus estructuras institucionales". "Solo así conseguiremos que la razón venza, como va a ocurrir de nuevo, a la barbarie".
En otro orden de cosas y también en el plano internacional, Mariano Rajoy ha hablado de la crisis de Ucrania, respecto a la que ha defendido que la solución al problema "solo puede basarse en el escrupuloso respeto para la integridad territorial del país". Sobre la tregua en el terreno, ha dicho que "pese a su fragilidad, supone el cese del derramamiento de sangre, y abre la ventana para una decisión pacífica". "Tenemos que ser capaces de conseguir una relación estable, no debemos permitirnos que vuelvan a erigirse muros que tanto costó derribar", ha enfatizado.