Dicen que las prisas son malas consejeras y eso es lo que ha debido pensar el partido que lidera Josep Antoni Duran Lleida cuando, tras su reunión de dirección, la portavoz de UDC ha tirado del proverbio para señalar: "Si quieres ir deprisa, ve solo. Pero si quieres ir lejos, ve acompañado". Convergència y ERC pactaron la semana pasada una propuesta de resolución de apenas tres folios y redacción ligera que quieren que el Parlament apruebe el próximo 23 de enero para "ejercer el derecho a decidir y hacer efectiva la constitución de Cataluña en un nuevo Estado dentro del marco de la UE".
Duran, ausente este lunes en la reunión de su partido pero omnipresente en los últimos días en el debate mediático, se ha desmarcado de su socio de federación y de su líder, Artur Mas, al desautorizar la iniciativa y sugerir empezar de cero para no dejar descolgados a partidos que apuestan por el "derecho a decidir" (consulta de autodeterminación) pero que no necesariamente están a favor de la independencia.
De hecho, Duran ha insistido en más de una ocasión que él no es secesionista -su partido aboga por un Estado confederal- y hoy la portavoz de UDC y adjunta de CiU en el Parlament, Marta Llorens, ha dicho incluso que no vería "descabellado" posponer la declaración soberanista para ir más acompañados, con PSC e ICV. Las prisas soberanistas han disgustado también a Iniciativa, la formación más orgullosa de los anteriores tripartitos, que ha llegado a lamentar la "descoordinación y falta de diálogo" en el que su líder, Joan Herrera, ha calificado como "tripartito actual, que forman el gobierno de CDC y UDC, además de Esquerra".
En resumen: Duran pide que la declaración empiece de cero, el líder de ERC, Oriol Junqueras, lo rechaza -lo ha dicho hoy en TVE y en castellano-, CDC dice que es hora de negociar, pero la portavoz de Unió contempla aplazar la cuestión por miedo a la soledad política y, al tiempo, la portavoz de ERC, Ana Simó, pide a CDC y UDC que se aclaren... En este galimatías político, los partidos catalanes con vocación estatal, PSC y PPC, afinan sus estrategias. La del PPC que lidera Alicia Sánchez-Camacho es muy clara: rechazar el derecho a decidir y, por supuesto, la independencia.
También hurgar en las diferencias entre PSC y PSOE, ya que hoy mismo Sánchez-Camacho ha apelado al líder socialista Alfredo Pérez Rubalcaba para que logre que el PSC se posicione en contra del "derecho a decidir" por ser "un atajo" de CiU y ERC para lograr la independencia, conceptos que el socialismo español no diferencia o no quiere diferenciar. Por contra, el PSC hace equilibrios e intenta convencer al PSOE del derecho a decidir y, al tiempo, consensúa con sus sectores internos -el ala más catalanista- una propuesta propia en base a una reforma federal de la Constitución.
El líder del PSC, Pere Navarro, se ha alineado con Duran en sus críticas a la falta de consenso y ha conseguido sacar adelante una propuesta de resolución propia que ha sido pulida en una prolongada ejecutiva con almuerzo posterior. Al final, las prisas han provocado que se registren en el Parlament hasta cuatro propuestas de resolución distintas -las de CiU/ERC, PSC, ICV-EUiA y CUP- cuando se supone que 107 de los 135 diputados del Parlament están a favor del derecho a decidir. Con matices, claro está.
Por su parte, la Candidatura d'Unitat Popular (CUP) llama en su propuesta de declaración soberanista a la "desobediencia civil" si el Estado Español pone "obstáculos institucionales" al derecho de autodeterminación de Cataluña, y pide "replantear" la conveniencia de ser un nuevo Estado miembro de la UE. La CUP ha presentado hoy en el registro del Parlament su propia propuesta de "declaración de soberanía del pueblo catalán", que se suma a las que otras formaciones de la cámara también han planteado o tienen previsto presentar en las próximas horas.
En el texto propuesto por la CUP se adopta como marco de referencia el de los "Países Catalanes" y no estrictamente el de "Cataluña", y se proclama desde el principio que "los Países Catalanes son una nación y, como tal, tienen el derecho a ejercer la autodeterminación". Aunque en el texto la CUP se expresa con claridad a favor de la convocatoria de un referéndum de autodeterminación, como máximo en el 2014, y se apuesta por la "plena soberanía" de Cataluña, no hay una referencia explícita de que su voluntad sea la de constituir un Estado propio.
