El Gobierno prevé retirar las concertinas de Ceuta y Melilla a finales de año

"Haré todo para que las concertinas puedan ser retiradas" fue el mensaje que el ahora ministro de Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska nada más acceder al cargo en junio 2018. Sin embargo, más de un año después la medida se había diluido sin que ningún tipo de información transcendiese, más allá de declaraciones de Marlaska reiterando su compromiso. Ahora, el Gobierno de España prevé que se comience la retirada de las concertinas en las vallas de Ceuta y Melilla antes de que termine el año, según recoge El País.

El ministro ha asegurado este lunes en declaraciones a un medio nacional que durante el año 2020 concluirán las obras en la frontera con Marruecos, donde “tendremos unas fronteras más seguras, pero sin concertinas”. En este sentido, ha comentado que se llevará a cabo una remodelación, pero “siempre para mayor seguridad”, porque “queremos generar unas fronteras del siglo XXI”. La reforma de la valla fronteriza fue aprobada por el Consejo de Ministros con un plan dotado de 850 millones de euros para acatar mejoras en las infraestructuras de seguridad del Estado en los próximos siete años. Ya entonces se recalcó que la retirada de las concertinas era la primera de las medidas del paquete de iniciativas a corto y medio plazo.

Según aseguró Marlaska, en junio de 2017 un informe de la inspección de Interior-elaborado por el ejecutivo de Rajoy- ya apuntó que las concertinas no son un elemento "disuasorio" y apuntaba que existían "puntos vulnerables" y "obsoletos" en las fronteras que "ni de lejos" cumplían con el objetivo de prevención y control de la inmigración irregular.

El uso de concertinas en las vallas de Ceuta y Melilla ha sido objeto de controversia desde que el ejecutivo de Zapatero decidiese colocarlas en 2005. Dos años después, el mismo Gobierno decidió retirarlas parcialmente aunque se recuperaron cuando Mariano Rajoy llegó al poder. El propio Defensor del Pueblo en funciones, Francisco Fernández Marugán, aseguró que “las concertinas es un sistema de una crueldad extraordinaria" y que desde 2005 ha aconsejado al Ministerio del Interior de los distintos gobiernos la retirada de las cuchillas en sus informes anuales.