El Rey Felipe VI revalidó el compromiso "firme y decidido" de España con "el mantenimiento de la paz y la estabilidad en el sur del Líbano" a través de la FINUL y elogió la "abnegación" y el "sentido del deber" de los miembros de las Fuerzas Armadas y de Seguridad fallecidos en misiones en el exterior. En su primer viaje oficial al Líbano, una visita no anunciada por motivos de seguridad, Felipe VI se reunió con el primer ministro, Tamam Salam, en una entrevista seguida de cena y ofreció previamente a la colonia española una recepción organizada en la residencia de la embajada de España, el mismo lugar donde hace 26 años perdió la vida en un bombardeo sirio el embajador Pedro Manuel de Arístegui.
El primer ministro Salam es el anfitrión del Rey en esta visita debido a que la presidencia de la República Libanesa se encuentra vacante desde que expiró en mayo de 2014 el mandato de Michel Suleiman por las disputas entre las fuerzas parlamentarias, que bloquean la elección de un nuevo jefe de Estado.
Este miércoles el Rey acudirá a la base 'Miguel de Cervantes', cerca de la frontera con Israel, para visitar a los 558 militares españoles pertenecientes a la Fuerza Interina de Naciones Unidas en el Líbano (FINUL), que velan por la estabilidad en esta delicada zona donde el cabo Francisco Javier Soria murió en enero víctima de un proyectil israelí lanzado en respuesta a un ataque del grupo chií Hizbulá. "Siempre lo tendremos en nuestra memoria; él nos recuerda, una vez más, la abnegación, el sentido del deber y el compromiso de tantos miembros de las Fuerzas Armadas y de Seguridad españolas que han dado su vida en misiones de paz, varios de ellos en esta tierra", subrayó el monarca en unas palabras dirigidas a la colonia española residente en Líbano.
Ante unos 350 compatriotas, a quienes trasladó "un saludo muy afectuoso de la Reina", expresó su "orgullo" por todos aquellos que ayudan a "proyectar en el resto del mundo la mejor imagen y la mejor realidad de España" y confió en que "prevalezca siempre" el "espíritu de concordia" de los libaneses dispuestos a gestionar el "en ocasiones difícil mosaico de diferencias" que conforma su país. Además de desear al Líbano "un futuro en paz y concordia", el Rey dio las gracias a los invitados reunidos en los jardines de la embajada por favorecer una amistad entre los dos países "basada en el entendimiento, la cooperación y el mutuo aprendizaje", consciente de que muchos de los residentes españoles han vivido "guerras, evacuaciones y otras situaciones muy difíciles".
En este punto, rindió homenaje al embajador Pedro de Arístegui, que murió el 16 de abril de 1989 al ser alcanzado por un proyectil de artillería disparado por una batería siria cuando se encontraba en el comedor de la residencia de la embajada con su esposa, la libanesa Yumana Auad, así como con su cuñada y su suegro, ambos fallecidos también en ese bombardeo. "Muchos de vosotros vivisteis esos momentos tensos con entereza y valentía", destacó el monarca, antes de dedicar también unas palabras a quienes trabajan en el ámbito de la cooperación, a los que expresó su "admiración y agradecimiento" por una tarea que transmite "una de las mejores cualidades de la sociedad española: la solidaridad con los más vulnerables".
Al aludir a la visita que efectuará a la base 'Miguel de Cervantes', próxima a Marjayún, recalcó que se siente "profundamente orgulloso" de la contribución española al mantenimiento de la paz y la seguridad y subrayó: "El compromiso de España con este objetivo es firme y decidido, y por ello continuaremos apoyando a las Fuerzas Armadas libanesas a través de nuestra participación en la FINUL".
Don Felipe visitó como Príncipe la base 'Miguel de Cervantes' en octubre de 2008 y el Rey Juan Carlos lo hizo en febrero de 2010, unos días después de que asumiera el mando de la FINUL el general español Alberto Asarta, quien permaneció dos años al frente de esta misión creada para supervisar el repliegue israelí y apoyar la restauración de la autoridad del Gobierno libanés en todo el territorio nacional.