El partido socialista vuelve a gobernar en Vigo por cuarta ocasión. Abel Caballero es nombrado alcalde, y esta vez gracias a la "mayoría absolutísima", según informa Caballero, cuando obtuvo 20 de 27 concejales y el 67,5% de los votos.
Caballero ha prometido dar continuidad a la "transformación" de la ciudad, que pasó de ser "gris" y "pesimista" a una "de color, amable, con visión de futuro y orgullosa de sí misma". Y lo hará, según ha dicho el alcalde, de forma "imparable, más que nunca", gracias a que cuenta con "aliados apoyando" para sacar adelante "grandes proyectos" como la conexión directa por alta velocidad con la Meseta o la autovía a O Porriño.
El pleno ha comenzado con la bronca de un grupo de asistentes que desde la zona de público increparon al secretario municipal por no hablar en gallego. A la hora de tomar posesión de sus cargos, todos los concejales del PSOE han prometido cumplir con sus obligaciones, los del PP han jurado y los dos de Marea y el del BNG han prometido "por imperativo legal" sin renunciar cada uno a sus principios "independentistas", "republicanos", "soberanistas" y "socialistas".
La incidencia más grave ha tenido en el exterior del ayuntamiento, donde un bombero se ha quemado 'a lo bonzo', con traje ignífugo, para denunciar su situación laboral y la del servicio de extinción contra incendios en la ciudad.
