Cuando el teléfono roba el protagonismo en los actos públicos

Las carcajadas de un bebé interrumpen un acto protocolario, y para sorpresa de todos, se trata del politono del Rey.

Tan sonada fue la melodía, que al día siguiente Don Juan Carlos y Zapatero bromearon, el monarca le comentó que nunca le había pasado algo así.

Y es que la gente llama cuando menos lo esperas, por eso hay que tomar precauciones, los teléfonos de los periodistas son de los más inoportunos.

El presidente del Gobierno lo sabe, le han interrumpido en muchas ocasiones e incluso ha ironizado con algún politono cuando hablaba de cementerios nucleares.

Menos paciencia tienen en la Casa Blanca, si suena, te requisan el teléfono.