Tal día como hoy, pero hace dos años, los partidos independentistas aprobaban en el parlamento catalán las leyes de desconexión, inconstitucionales. Ese día empezaba el proceso de desobediencia que ha llevado a varios de sus dirigentes ante los tribunales. Diana Mata, el soberanismo llega a este aniversario en medio de una profunda división interna.
Cuando un avión despega, hay un punto de no retorno en el que ya no se puede parar. En el procés, ese momento fue el 6 de septiembre de 2017. Tras un bronca sesión y sin apenas debate, con la oposición ausente, el independentismo aprobó la ley del referéndum.
Fue al día siguiente, en otra polémica sesión, cuando se dio luz verde a la Ley de Transitoriedad.
El Tribunal Constitucional dictaminó que se vulneraron los derechos de la oposición y el reglamento del Parlament. Se votó el 1 de octubre y se declaró al independencia. Todos aquellos que apostaban por el independentismo formaban una piña. Pero con Junqueras camino de la cárcel y Puigdemont huido en Bélgica comenzó el divorcio.
Ahora, ERC y Junts per Catalunya comparten gobierno en Cataluña y poco más. A semanas de conocerse la sentencia del procés, ERC apuesta por el diálogo con el Estado y Torra por la confrontación si el fallo no es absolutorio.
ERC, con las encuestas a favor, quiere elecciones en Cataluña mientras que Puigdemont las descarta. Por su parte, Junqueras le ha preguntado a Puigdemont desde cuándo votar debilita las instituciones. Tampoco mantienen una misma respuesta ante una investidura de Pedro Sánchez.
El próximo miércoles la Diada pondrá a prueba si la vía unilateral se ha fragmentado en diferentes caminos.
