El análisis de todos los detalles protagonizados por la princesa Leonor en los premios Princesa de Asturias

La princesa Leonor ha vuelto de Gales donde está estudiando para entregar los premios Princesa de Asturias. El experto en comunicación no verbal José Luis Martín Ovejero analiza en Antena Abierta todos los detalles y repasa las mejores imágenes de esa ceremonia, las más significativas 3 años después de debutar en esos premios. El cambio de Leonor a su vuelta de Gales se ha notado no solo en sus estilismos, sino también en sus gestos y su actitud en el discurso.

La princesa Leonor y la infanta Sofía se cogen de la mano

Para el experto en este punto, lo más importante es cómo se cogen de la mano. "No es un cogerse, es un apoyarse", explica. "En general, la la princesa Leonor se apoya mucho siempre en su hermana la infanta Sofía. Lo vi en diferentes actos del evento, en que cuando ella se quedó un poquito descolgada igual, da un giro, y se iba al lado de su hermana. Es un detalle interesante, porque no es que hayan cogido la mano, sino que es que se apoya. Yo tengo la teoría personal que más que por afecto, que no hay mucho, es porque va con tacones. Está subiendo una escalera y evidentemente es el centro de atención de sus premios, no vaya a ser que se vaya a caer", añade.

El discurso de Leonor

Durante la entrega de los premios, la princesa Leonor hizo un discurso en el que destacó los papeles de la ciencia y la solidaridad. Este año se ha notado un gran cambio respecto a los dos discursos anteriores. "Ya no he visto la niña, es la primera vez que he visto a una joven dando un discurso y la he visto un poco nerviosa. El peso de la responsabilidad ha hecho que esté más atada al guion y a la lectura, eso que ha conllevado también que ha perdido un poco de naturalidad. Al final, es eso el peso de la responsabilidad unido. También no tenemos que olvidar que viene de Gales y es posible que haya tenido menos tiempo que en otras ocasiones para preparar ese discurso", argumenta el experto. Además, ha destacado que la voz y la entonación han cambiado.

El orgullo de el Rey

"Es un momento muy bonito y hay que fijarse no solo en el gesto de las manos, sino en el de las miradas. Me parece interesante el contacto físico, que evidentemente lo que está transmitiendo es muchísimo afecto y cariño de un padre orgulloso de su hija. Es un "Qué bien lo has hecho y que contento estoy de ti". Al observar al Rey, se ven las arruguitas que se nos quedan a los lados de los ojos y son las pruebas más evidentes de que ha salido a pasear la felicidad. No hay mascarillas que oculte esa felicidad" explica Martín Ovejero.

Los gestos de la Reina

"Con la Reina fue completamente distinto. Igual que el Rey vive este tipo de actos con mucha naturalidad y mucha frescura, la Reina es mucho más profesional porque está realizando un trabajo como Reina de España. La vemos, por ejemplo en este acto, que va hacia la izquierda a acariciar la cabeza en algún momento a la infanta Sofía y le coloca el pelo también a la princesa. Es una auténtica líder, todo el mundo de la familia real gira alrededor de ella. El líder es un imán de las miradas y todas las miradas de la Familia Real giran en torno a la reina Letizia. Es un liderazgo que me ha llamado la atención porque no busca el protagonismo. En cada momento, deja el protagonismo a quien lo debe tener: en este acto a su hija y, ya cuando salieron, se lo dejó al Rey. Hay un momento en un momento en que le coge el paraguas y deja que sea él el que salude", sentencia el experto.

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