2012 ha sido un año difícil para el Rey, quizá el más duro de los 37 años de Monarquía.
La implicación de su yerno Iñaki Urdangarín en un caso de corrupción le ha hecho un daño inconmesurable, señalan expertos en la Casa Real. Ello ha provocado una quiebra en las relaciones familiares. "El Rey y el Príncipe no se hablan con Urdangarín".
Asimismo, el monarca fue muy criticado por su polémico viaje privado de caza a Botsuana. En él sufrió una caída y se rompió la cadera. Una vez operado se produjo una disculpa histórica sin precedentes que ha obligado a la Casa Real a ampliar su agenda a pesar de la convaleciente situación de salud del Rey.
Estos escándalos perjudicaron la popularidad de la institución real cuando España estaba inmersa en la segunda recesión en tres años y con más de un 20% de paro en el país.
Miguel Ángel Moratinos, ministro de Asuntos Exteriores, ha señalado que todo el sector exterior es gracias al monarca.
Asimismo, la Casa Real está intentando mejorar la imagen de la realeza. La estrategia de comunicación de la Zarzuela presentó una nueva web con un nuevo diseño. Información más cercana y transparente con el objetivo de recuperar el prestigio perdido.
En la entrevista con Jesús Hermida señaló que "lo que hay que recuperar es la confianza en nosotros mismos y sobre todo en España, juntos podemos".
Puede entonces que lo peor ya haya pasado, pero será en 2013 cuando se conozca la sentencia del duque de Palma, Iñaki Urdangarín, y entonces se verá si la Corona le resulta al Rey más o menos pesada que en 2012.
