Se agota el tiempo para que Yolanda Díaz pueda incorporar a Podemos a su movimiento Sumar

Quedan solo tres días. El 9 de junio termina el plazo para registrar las coaliciones electorales que se presentarán a las elecciones generales del 23J y antes de ese día se tiene que haber alcanzado un acuerdo entre todas las formaciones que quieren formar parte del proyecto Sumar bajo la batuta de la vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz.

Las negociaciones se intensifican, y aunque Díaz ha anunciado este martes nuevos fichajes a sus filas, no trascienden avances con respecto a Podemos. Los planes de Díaz eran no agotar el plazo y que entre este miércoles y el jueves pudiera anunciarse el acuerdo. De momento, siguen hablando de los puestos en las listas, la marca electoral que llevará la papeleta, la independencia territorial de cada una de las formaciones, y la logística de la campaña.

Podemos se limita oficialmente a decir que siguen trabajando en el acuerdo y mantienen discreción sobre el contenido de las negociaciones, pero sí sabemos algún detalle más por lo que cuenta Pablo Iglesias. El exvicepresidente asegura que el escollo está en las exigencias de los comunes, Compromís y Mas Madrid, y en el supuesto veto que quieren imponer a Irene Montero e Ione Belarra, a quienes los dirigentes de Podemos han salido en tromba a defender. La portavoz de Podemos Isa Serra ha denunciado "exigencias" y vetos que "torpedean la unidad" y "ponen la alfombra roja a la derecha y extrema derecha". Un veto que el resto de partidos niegan rotundamente en público, aunque en privado algunas voces se atreven a apuntar que las dos ministras "restan" y no suman.

Ante la falta de acuerdo, desde los comunes, la marca de Ada Colau, aseguran que el plan B de Podemos podría ser un acuerdo para una lista conjunta con Esquerra Republicana, algo que desmienten los independentistas catalanes tajantemente. Yolanda Díaz, que es quien Podemos entiende que tiene que tomar la iniciativa, sigue sin desvelar sus intenciones. Aunque dio una muy buena pista al poner en valor la retirada de Alberto Garzón, que definió como “muy generosa”.