El ministro de Fomento, José Blanco, ha anunciado un plan de ajuste de inversión que supondrá una reducción de 6.400 millones de euros entre 2010 y 2011, ya que este año se recortarán como mínimo 3.200 millones y el próximo la cantidad "previsiblemente no será inferior".
En su comparecencia ante la Comisión de Fomento del Congreso, Blanco dijo que este ajuste obliga a "replantear todo el programa de inversión". Según Blanco, España ha vivido en los últimos quince años como si la expansión económica fuera "inagotable, como si los ingresos coyunturales fueran estructurales". Este ajuste se va a abordar, dijo, "reprogramando la mayoría de las inversiones que se están acometiendo y reconsiderando los que no
son imprescindibles".
El ministro explicó que "todas las actuaciones tanto en carreteras, como en ferrocarriles, sufrirán un retraso medio de al menos un año en los plazos de ejecución, con la salvedad de aquellas que se puedan licitar o complementar a través del plan extraordinario de colaboración público-privada".
El ministro destacó que en los proyectos que se van a redactar a partir de ahora, pero también en los que están ya en redacción, se incluirán medidas como un análisis de las previsiones de demanda y de explotación de instalaciones viarias, ferroviarias, aeroportuarias y de los puertos.
Su objetivo es considerar la viabilidad económica de los proyectos y la conveniencia de ejecutarlas por fases, para acomodar así la inversión a las necesidades reales de la demanda.
"Ya hemos incorporado en la planificación de los aeropuertos la necesidad de proyectarlos con una capacidad ajustada a los estudios de demanda de los cinco siguientes años, para evitar exceso de costes o incrementos de tasas que pueden afectar negativamente la capacidad competitiva de un aeropuerto", agregó.
En segundo lugar, se establecerán escalas del coste de construcción, en función del tipo de infraestructura y de las características del terreno. Se fijarán también disposiciones específicas para túneles y viaductos, con el fin de elegir las soluciones de coste mínimo compatibles con la Declaración de Impacto Ambiental, con la orografía y con las condiciones del terreno.
Según Blanco, una de las causas del incremento del coste de los proyectos son las obras adicionales planteadas por otras Administraciones. Por ello, se establecerá la obligatoriedad de que dichas obras adicionales las abone quien lo solicita, en caso de que no estén justificadas de acuerdo con la funcionalidad de la infraestructura.
El ministro recordó que, en el último año, se ha comenzado a aplicar en autovías alguno de estos criterios, lo que ha permitido que el coste por kilómetro de los proyectos aprobados en 2010 se haya reducido ya un 17%.
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