Las agencias inmobiliarias han decidido ir retirando de las ventanas de las casas que están vacías el cartel de "Se alquila". Pretenden así evitar dar facilidades a los okupas que están al acecho ante cualquier señal de que una casa está deshabitada para meterse dentro y okuparla.
Lo están haciendo, sobre todo, en barrios conflictivos donde saben que la ocupación de una vivienda no se convierte sólo un problema legal. También es un importante problema económico para el propietario que se siente impotente ante la ley y que ve como el negocio del alquiler de su piso se va al traste.
Las viviendas siguen anunciándose en las webs inmobiliarias aunque se evita ofrecer la dirección exacta en el anuncio.
Cada vez es más frecuente que tampoco se ofrezcan fotografías de las fachadas de los edificios o de todo aquello, como zonas comunes, con lo que la vivienda pueda ser identificada.
Las inmobiliarias saben que la escasez de fotos en los anuncios les penaliza pero intentan hacerlo para no dar pistas a los okupas.
Además adoptan otras medidas como la instalación de alarmas y lo que se conoce como puerta "antiocupación".
A los comerciales de estas agencias, además, se les dan instrucciones para que visiten de forma regular esas viviendas y hagan algunas acciones como abrir las ventanas o subir y bajar las persianas que den la apariencia de que la casa tiene inquilinos para, de ese modo, ahuyentar a los “okupas”.
Fuentes del sector aseguran que, de media, estas compañías pueden tener el 7% de su cartera de viviendas ocupada.
