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Okupas

Una sanitaria intenta recuperar su casa aprovechando que salió el okupa que entró en su casa en el confinamiento

La propietaria ha pagado una factura de la luz de 240 euros debido a los gastos que han ocasionado los okupas en su vivienda.

La dueña de un piso en Vic, Barcelona, se encontraba trabajando como enfermera en Reus cuando al volver su vivienda había sido ocupada.

Su casa está en Vic, pero tuvo que irse a Reus para atender a pacientes con coronavirus. Esta semana decidió cambiar la cerradura aprovechando que el okupa había salido, pero no le salió bien.

Un día cuando volvía del trabajo como matrona en el centro de salud de Reus se encontró la casa con okupas y pese a intentar mediar con ellos no pudo conseguir nada.

La propietaria denuncia que ya ha acabado con todos los recursos legales para volver a poder vivir en su casa y que se vayan los okupas. Señala que el último mes ha pagado una factura de la luz de 200 euros. La propietaria no puede cortar ese servicio al considerarse que se cometería un delito de coacciones, por lo que pide que cambien la ley de una vez.

Durante el confinamiento han aumentado la ocupación de casas debido a que muchas segundas residencias se encuentran deshabitadas al no poder desplazarse fuera de las comunidades durante el coronavirus.