La confianza de los consumidores ha subido significativamente en enero, después del ligero retroceso de diciembre, debido tanto a la mejor percepción de la situación económica actual como a las expectativas de mejoría a corto plazo. El Indicador de Confianza del Consumidor difundido por el Centro de Investigaciones Sociológicas se ha situado en 55,7 puntos, 11,4 más que un mes antes, aunque 12,6 puntos menos que en el mismo mes de 2012.
A pesar de la mejoría, el indicador sigue estando muy por debajo de los 100 puntos que marcan el límite entre una percepción favorable y optimista, y una negativa y pesimista. Según el sondeo que el CIS usa como base de este indicador, la mayoría de los españoles (53,5%) considera que su situación económica actual es peor que hace seis meses, y señala como principales causas la disminución de los ingresos familiares, el alza continuada de precios y la situación de desempleo de alguno de los miembros del hogar.
El 44,3% dice que llega justo a fin de mes, en tanto que un 14,1% tiene que echar mano de los ahorros familiares para lograrlo y un 6,3% se ve ha visto obligado a contraer deudas. Sólo el 4,4% de los encuestados asegura que su situación ha mejorado y señala como causa la incorporación de algún integrante de la familia al mercado de trabajo y el aumento de los ingresos del hogar.
Los encuestados tiene peor percepción de la situación del país que de la suya propia, puesto que el 75,2% cree que la economía española ha empeorado en el último medio año. Una de cada cuatro personas tiene en su entorno a una o dos personas en paro y buscando trabajo. La mayoría (77,8%) cree que las posibilidades de encontrar un puesto de trabajo han empeorado, si bien hay un 26,5 % que considera que en los próximos seis meses mejorarán las opciones de empleo.
