Barcelona pasa de la turismofobia a la preocupación por el descenso de turistas

Barcelona es el primer destino turístico de España y el tercero de Europa pero la incertidumbre política y económica está haciendo que se tambalee.

Muchos de los empresarios se dedican al turismo. Han pasado de encadenar cifras récord a la preocupación. Y hay datos que confirman esa tendencia. El puerto de Barcelona, por ejemplo, ha dejado de ser líder en llegada de cruceros, Baleares le ha quitado el puesto.

La ciudad barcelonesa ha pasado de la denominada turismofobia con pintadas a autobuses repletos de visitantes y pancartas contra ello, a la preocupación del sector por un descenso de hasta un 50% en las reservas.

Las imágenes de estas últimas semanas empiezan a pasar factura a uno de los sectores con más peso en Cataluña. El turismo representa un 12% del PIB catalán, un sector que da trabajo a unas 500.000 personas en la comunidad, y hasta el mes de agosto dejó más de 13.000 millones de euros. Una ciudad que acapara casi el 24% del total de llegadas de turistas internacionales.

El tráfico de cruceristas en Baleares ha crecido casi un 18% mientras que el puerto barcelones ha sufrido un descenso de un 6,8%.

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