Rayo Vallecano y Athletic empataron un duelo vibrante y de mucha intensidad en el que se adelantó el cuadro madrileño en la primera mitad con un gol de Pozo que fue neutralizado en la segunda por Muniain.
El punto no vale a ninguno, ya que ambos siguen sin romper sus respectivas malas rachas y quedan muy tocados en la zona baja de la tabla. Casi dos meses después Rayo y Athletic Club disputaron el partido aplazado que se tenía que haber jugado el 1 de septiembre pero que fue pospuesto debido a las obras que estaban realizándose en el estadio de Vallecas y que impedían garantizar la seguridad de los aficionados.
El partido comenzó con polémica por un gol anulado a Raúl de Tomás a los doce minutos, tras un disparo desde fuera del área que sorprendió a Iago Herrerín. Después de la celebración, y tras dar por bueno inicialmente el gol, el colegiado consultó el VAR y decretó falta del ariete madrileño entre los pitos de la afición rayista.
Lejos de desanimarle, ese gol anulado inspiró al Rayo, que se hizo dueño y señor del partido pasando totalmente por encima del Athletic, al que le se vio fuera de sitio y jugando totalmente a expensas del cuadro madrileño.
Tanto fue el ímpetu y la intención del Rayo que a los veintidós minutos se adelantó ya legalmente en el marcador. Lo hizo con una buena acción individual de Pozo que condujo el balón y disparó desde el borde del área cruzado enganchado al portero del Athletic.
El conjunto vasco, herido por su desventaja en el marcador y el poco fútbol que estaba demostrando, intentó tirar de garra para acercarse algo a la portería rival, pero Iñaki Williams apenas participó del juego, Muniain estuvo desaparecido y Aritz Aduriz tuvo que hacer la guerra por su cuenta al estar demasiado solo en punta.
Berizzo tomó nota del poco bagaje ofensivo de su equipo y en el descanso cambió a Williams por Raúl García, que en su primera intervención cabeceó un balón que sacó Alberto García en línea de gol.
Esa acción fue el comienzo de la mejoría del Athletic, que se basó sobre todo en un adelanto de líneas y un intento de jugar más el balón de manera elaborada con Unai López y Dani García a los mandos. Sin jugar excesivamente bien, el Athletic encontró premio en uno de los habituales despropósitos del Rayo esta temporada.
Raúl García cabeceó en el segundo palo y en un balón suelto que nadie despejó y se estrelló en un poste, Muniain fue el más rápido para marcar y empatar. A partir de ese instante, el partido se volvió loco, aunque el Rayo, espoleado continuamente por su afición, fue el que más sensación de peligro dio, sobre todo con dos acciones de Gálvez para marcar. Una con un remate de tacón que atrapó Herrerín y otra con un cabezazo que se marchó desviado.
Con este resultado, el Athletic queda decimoséptimo con nueve puntos, tres por encima del Rayo, penúltimo con seis y a solo uno del descenso que marca el Leganés con ocho.
